28-Aprendiendo juntos

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No podía dejar de mirarlo. Mientras el Omega dormía y emitía pequeños quejidos entresueños, Harry solamente lo observaba. Tan frágil, tan indefenso. Le dolía el pecho el verlo tan triste y le costaba aún más tratar de reparar su corazón.

Louis fue abriendo sus ojos de a poco. La luna ya se encontraba en lo alto. Se removió sintiendo el cuerpo del risado bajo suyo.

- Hola Omega. Estás mejor?- preguntó con su voz ronca Harry.

- Hola alfa. Estoy mejor, gracias- talló sus ojos con sus manos hecha puños volviendo su vista a él.

- Quieres que hablemos de lo que pasó?-

- No, es decir sí quiero que hablemos- respondió sentándose en la cama seguido del alfa.

- Bien...-

- Jazz yo, o sea tu...-

- Sh Omega... Con calma, respira amor- trato de tranquilizarlo acariciando su espalda.

Tomó aire llenandose del aroma de su alfa tranquilizando su alocado corazón- Bien. Pasa algo?, quiero...quiero saber si estás arrepentido de estar conmigo...- preguntó con un nudo en su garganta y sus ojos resguardando las lágrimas.

-... qué? Amor porque me preguntas eso? Cómo me voy a arrepentir?- Respondió sujetando al castaño por el mentón para que lo mirara.

- Hazz, no te voy a reclamar nada. Si te arrepientes solo dímelo. Hace varios días vienes raro. Cancelas nuestras cenas, vienes tarde, a veces estás tan entretenido en tu celular y cuando te hablo lo guardas enseguida...yo...yo te juro que si me dices que no lo pensamos bien a lo del lazo...lo...podemos...-.

Harry sintió una punzada en su pecho que lo dejó sin aire. Su lobo aullaba reclamándole el haber descuidado a su Omega.-estupido humano, lo perdemos y nos dejó morir a ambos-

- No continues...no pienses que quiero hacer algo así.- dijo el risado- No me di cuenta que te hacía sentir de esa manera y ni se te ocurra pensar que estoy arrepentido...-

- ...es que tal vez conociste a alguien mejor, alguien que valga la pena, no...- interrumpio el castaño siendo callado por un dedo entre sus labios.

- Basta- lo calló el risado-No creas que pueda haber alguien mejor que tú, no hay nadie que valga tanto la pena como tú.eres mi Omega, mi amor, mi sol, ...eres todo cariño. No tomamos la desicion a las apuradas. Nuestros lobos se reconocieron. Hicimos lo correcto. No me arrepiento que seas tú quien lleve mi marca. Te amo más de lo que nadie puede amar a alguien- soltó un suspiro y beso los labios de Louis.

- Lou, estaba preparando algo especial para los dos. Quería darte una sorpresa...algo que no olvidarás nunca, pero no me di cuenta que pensarás de esa manera. Soy tan tuyo como tú eres mío- volvió a besar al castaño pero esta vez poniendo una mano en su nuca y otra rodeando su cintura apegandolo más a su cuerpo, profundizando el beso.

Cuando el aire les fue escaso se separaron dejando sus frentes apoyadas.

- Mañana te daré esa sorpresa cariño-.

Esa noche Harry le hizo el amor a su Omega confirmando todo lo que le había dicho volviendo a reabrir la marca y cuidando de él con mimos, besos y caricias que hicieron derretir el corazón de Louis.



💌




A la mañana siguiente despertó con frío en su espalda. Tanteó el lugar donde debería haber estado el risado y estaba tibio, señal que se había levantado no hace mucho.

Talló sus ojos y fue al baño a asearse. Se vistió con un jeans Negro y una remera de su alfa de una banda que alguna vez escuchó. Se colocó sus Banz y bajo a la cocina.

Harry se encontraba de espaldas haciendo omelets...o tratando de hacerlos, aunque pareciera que estaba luchando con ellos.

- Buenos días Alfa- dijo acercándose a él depositando un beso el su hombro.

- Buenos días cariño. Quería llevarte el desayuno pero el sartén me odia...uff- refunfunió el risado.

- Gracias Alfa, no te hubieras molestado-. Una risita escapó de los labios del castaño.

Harry sirvió dos tazas de café junto a los intentos de omelets y depósito un beso en los labios del castaño. Desayunaron entre risas y chistes mal contados del Alfa y luego partieron a sus trabajos no sin antes haberle dicho al Omega que tendría una sorpresa por la tarde.

Al llegar a su oficina Harry comenzó a trabajar como todos los días. Hasta ahora todo estaba en orden y Niall ya había pasado a enloquecerlo como venía haciendo hace una semana...comprendía los nervios que llevaba consigo el saber que se uniría con su destinado, no lo podía culpar.

Había hablado con su madre porque se reunirían en la casa que había pertenecido a su abuelo y que ella se había tomado la molestia de redecorar para que todo estuviera listo.

Louis no lo sabía pero estaba arreglando la futura casa en la que vivirían juntos. Ambos venian compartiendo sus hogares...pero ese sería el definitivo y Ann no podría estar más orgullosa de su hijo.

Ella pensó que su hijo se quedaria solo, pero todo cambió cuando el risado le empezó a contar por medio de llamadas que había conocido a alguien que hacía que su lobo enloqueciera. Cuando finalmente se lo pudo presentar estaba segura que Louis era la persona que cambiaría para bien el futuro de su hijo.

Sabía que el hogar donde ella había crecido sería el lugar perfecto para ver nuevamente nacer el amor, un amor que no tenía límites, pues Harry siempre se encargaría de que su Omega nunca perdiera el brillo en sus ojos y lucharia contra el mundo entero por ese siempre una sonrisa en sus labios.

You make me good...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora