One Shots Scaloneta

Four - Paulo Dybala

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Narra Mia

Estaba saliendo de casa para ir al predio de Afa, actualmente trabajaba allí como fisio terapeuta, trataba a los chicos de la selección si tenían alguna lesión o algún calambre, tirón o molestia.

Manejo hasta llegar a mi destino, una vez llego, busco mi mochila con mis cosas, apago el motor del auto y bajo de este, le pongo seguro y camino adentrándome, saludo a todos y cada uno de mis compañeros, y me dirijo a mi oficina.

...

Estaba ordenando unas fichas de los chicos de la selección, cuando escucho que golpean la puerta, dejo todo lo que estaba haciendo y grito un

-Pase

Y luego veo como la puerta se abre dejando paso a nada más ni nada menos que a la joyita, o mejor conocido como Dybala, se adentra a la oficina y cierra la puerta de esta una vez adentro.

-Paulito, a que se debe su visita?

-Estuve todo el entrenamiento con un tirón en el cuadricep y me dijo Lío que venga a verte

Dios, cada vez que hablaba y me miraba fijo sentía como me mojaba de a poco, por dios Mía, pensá en la biblia por favor

-Sí, pasa y sentate, voy a buscar un gel

-Permiso

Dice y se sienta en la camilla a esperarme, vuelvo y voy a donde está el, y comienzo a ponerle el gel por la parte de la rodilla y luego subo un poco por sus muslos, a todo esto el solo me miraba fijamente y con la mandíbula apretada.

La tensión que había en el aire se cortaba con tijera, era bastante notorio. Semanas antes ya veníamos de igual forma, el tirandome chamuyos o mirándome de una forma bastante lujuriosa.

-Ahí me duele un toque

-Ahí justamente?, vos me estás boludeando Paulo?

Me río ante su carita, había hecho puchero mientras asentía rápidamente. El vivo había aprovechado que mi mano estaba cerca de su miembro, en la parte interna del muslo se podría decir.

Yo como profesional que soy, hice mi trabajo masajeando la zona, escuchaba sus puteadas y jadeos, pero trataba de ser lo más profesional posible, no niego que me calentaba un montón, pero si no queria perder mi trabajo tendría que contenerme y no garcharmelo ahí mismo.

-Para Mía, no doy más, necesito garcharte

Dice eso y me agarra del cuello para comerme la boca de una manera brusca y que me encantaba. Me estiró hacia el y me acomode encima suyo, quedando sentada en sus piernas, iba frotandome contra él, moviendo mis caderas hacia atrás y hacia adelante, sentía lo duro que estaba su miembro.

-Fuaa, culiaaa, apura el trámite que me re duele

-Como me encanta tu tonada cordobesa

Mientras nos comíamos la boca me encargue de sacarle la remera y el hizo lo mismo conmigo, dejándome en corpiño. Dejo besos, chupones y lamidas por todo mi cuello y parte de mis pechos, me saco el corpiño con agilidad y rápidamente comenzo a torturar mis pezones.

Yo por mi parte trataba de tocar su miembro sobre la ropa, ya que no podía sacarle el short deportivo porque estaba encima suyo. Me levanto separándome de él y le saco el pantalón y el boxer, dejándolo completamente desnudo, aún seguía en la silla de mi consultorio.

Por su parte el sacó mi jean, dejándome solamente en tanga y me volvió a subir encima suyo, beso mi cuello y mis pechos. De un momento a otro sentí como corrió a un lado el hilo de mi tanga y se introdujo rápidamente en mi, de una sola estocada que me dejó sin aire.

Espero a que me acostumbré a su medida, ya que lo estaba apretando en mi interior, yo sentía dolor, pero era un dolor placentero, quería más de ese dolor.

Empecé a moverme encima suyo, de atrás a adelante, como anteriormente lo había hecho, pero está vez con su miembro adentro de mi intimidad. Me agarró de la cintura fuertemente, que seguro luego quedarían marcas de eso, y ayudo a moverme sobre él.

Empecé a desesperarme y a dar pequeños saltos en busca de más y no puedo describir las sensaciones que me ocasionaba. De un momento a otro lo sentí a el tenso y mi parte baja del abdomen se había contraído. Ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo.

Él se levantó y me acomodo boca abajo en la camilla que también tenía en mi consultorio, entro en mi de manera brusca y sus movimientos nunca dejaron de ser duros y rápidos.

Me sentía como en el cielo. Mis gemidos se podían escuchar hasta en la otra cuadra. Me encantaba cómo me estaba cogiendo, era otra persona totalmente diferente a lo que yo creía.

-Voy a tener molestias de músculos más seguido, así me atendés de esta forma rubia

Jadea a mis espaldas mientras estira de mi pelo sin dejar de moverse, a lo que yo solo le respondo con gemidos y gritos de placer.

Que venga todos los días por molestias, por favor, era lo único que pedía mientras llegaba a mi segundo y último orgasmo.
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Holitaaa, como están??.

Dejo este de la joyita, que tenía guardado y no lo subía nunca jaja.

No sé olviden de votar si quieren más.

Próximo capítulo, la segunda parte del shot del Cuti beybes.

Les dejo fotito del Gladiador Cordobés 😍😍.

Cande 💖🌷