Presente (im)perfecto

Mi buen amor

No sé qué me pasa contigo,
mi buen amor,
por qué, después de tanto tiempo,
tantas experiencias, tanto dolor...
por qué después de tantos años
sigo pensando que mi lugar deseado
siempre estuvo a tu lado,
detrás de la maldita pantalla
que un día nos unió
y que hoy nos volvió a juntar.
No sé por qué la vela de mi cuarto
está siempre titilando,
pero cuanto más te pienso,
más se va calmando,
quedando una llama alta e inmóvil,
tanto que pareciera falsa.
Quizás hable de lo que siente mi corazón cuando te pienso,
de lo segura que estoy de que fuiste mi primer y buen amor.
O quizás hable de que necesito calmar
las mariposas de mi estómago
que vuelan como locas buscando las tuyas
sin saber que ya tienen dueño.
Me frustra que los mejores versos
nazcan cuando estás presente,
pero físicamente ausente.
Me frustra seguir esperando ese mensaje
sabiendo que las redes sociales
para ti no son importantes,
aun siendo la única manera de contactarte.
Sé que ya no soy tan importante,
no sé si algún día llegué a serlo,
pero si supieras lo que significaste para mí
entenderías por qué, después de tantos años,
todavía te siga esperando.