Todos los amigos se reencuentran después de algunos meses sin verse luego de las clases, ahora gracias a Kaminari todos pasaran una semana juntos en la playa, lejos de los padres y ciertas obligaciones
¿Que pasara en este tiempo?
¿Kirishima y T/n ar...
La habitación nuevamente era iluminada por los rayos del sol, la luz entraba por la ventana chocando con tu rostro haciendo que sea levemente molesto, pero de igual manera te negabas a despertar.
Sentiste unas pequeñas caricias en tu cabello y con ello fuiste abriendo los ojos poco a poco, solo para encontrarte con la vista del pelirrojo sobre ti. Aquella mirada rebalsaba amor y ternura mientras observaba tu rostro matutino. Lo observaste en silencio, el chico sonrió alegremente al verte despierta.
-Buenos días... cómo te sientes?
Pregunto en su voz matutina, la cual no podías negar que era extremadamente seductora. Te acercaste más al chico y escondiste tu rostro en su pecho desnudo. El chico te abrazo y continúo acariciando tu cabello.
-Estoy bien...
-Segura..? Anoche no fui muy amable contigo.., perdóname por eso
Respondió en una pequeña risa. Era adorable, eso pensabas mientras te consentía con esas caricias. Después de todo tenía razón, la noche anterior no había sido para nada amable con tu cuerpo y el dolor en algunas partes era bastante fuerte.
-Estoy bien, no te preocupes
Dijiste sin más. Pasaron un rato así, acostados y con el chico siendo bastante tierno contigo. Él se levanto primero, tomó una ducha y salió del baño envuelto en una toalla que tan solo cubría la parte inferior de su cuerpo. Por tu parte, seguías en la cama con las mantas tapando tu cuerpo desnudo y junto con el, todas las marcas de la noche anterior.
-Voy a preparar el desayuno.. quieres que te lo traiga aquí o quieres que venga y te cargue como a una princesa hasta la cocina?
Pregunto él mientras se acercaba peligrosamente a ti de esa forma tan seductora que tan solo él sabía que podría contigo. Te fuiste apartando y recostándote sobre tu espalda para tomar distancia del pelirrojo, lo cual no sirvió de nada, ya que él tomaba posesión de la distancia puesta entre ambos quedando cada vez más cerca de tu rostro. Al verlo a pocos centímetros de entre sus labio, tragaste saliva en señal de nervios.
-Que pasa pequeña?... te pone nerviosa que este tan cerca de ti?
Una pequeña sonrisa traviesa se formo en sus labios, sabías que era lo que pensaba. Se acerco todavía más, pero esta vez llego a tu oído y se aseguro de poner una voz lo suficientemente gruesa para que calleras ante sus pies.
-Esto te trae recuerdos?... quieres que te vuelva a hacer gritar como anoche?, y que te haga mía.. saltando sobre mi y haciéndote sudar tanto y llorar por el placer?
Cerraste tus ojos por la voz del chico. Para tu sorpresa y desgracia, en ningún momento se aparto de ti, en su lugar se encargo de ponerte los nervios de punta y seguir seduciéndote. Al terminar de hablar mordió levemente tu oreja, lo suficiente para causar un dolor placentero en ti y poco a poco fue bajando hasta tu cuello para dejar besos en el. Para el momento donde lo notaste ya estaba sobre ti, besando y acariciando tu cuerpo con deseo y tomando el mismo recorrido de la noche anterior.
-Eijiro... no podemos ahora, los chicos están en la casa
Dijiste entre suspiros que pronto se volverían gemidos si no parabas al chico.
-Anoche también estaban, y para ser sincero, es mejor que estén y escuchen que por fin estas conmigo... recuerda que no dirán nada, ellos también se andan divirtiendo durante día y noche
En eso tenía razón. Eran un grupo de jóvenes con bebidas y sus parejas lejos de la ciudad donde vivían, todos eran conscientes de lo que pasaba dentro de esa casa.
Kirishima al no tener respuesta continúo en lo suyo, continúo bajando lentamente con sus besos y prestando demasiada atención a cada parte que besaba, se aseguraba de mantenerte lo suficientemente caliente para seguir con su juego.
El chico se aparto de ti y quito las mantas que anteriormente tapaban tu cuerpo, ahora te encontrabas completamente expuesta ante él. Te observo de arriba a abajo y una pequeña sonrisa lasciva decorando su rostro.
-No sé que sean mejor... que esas marcas en tu cuerpo sean mías, o que nuevamente te tengo debajo de mi
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