Mirarlo a él era como mirar el cielo ponerse. Era emocionante pero a la vez era triste. Emocionante porque se ve hermoso; el cielo se pone naranja y el cielo brilla pero no te duelen los ojos al verlo. Triste porque el cielo se va, y no lo veras mas hasta dentro de unos cuantas horas. ¿Qué quiero decir con esto? Que es emocionante porque el corazón se te acelera, y que es triste porque sabes que no tienes ni la mínima oportunidad con él. Duele, duele. ¿Cómo querer a alguien que no te quiere a ti? ¿Cómo esperar un avión en una parada de taxis? Es imposible. El es imposible. Un día me quiere, otro día ni existo. Me rompe el corazón tantas veces como me lo arregla. Tengo el corazón lleno de banditas, porque la verdad es que necesito mi corazón, y él lo rompe cada vez que lo desea. No quiero quererlo. Odio sentir esto por él. Odio que él me use cada vez que desea. ¿Por qué me fije en él? Soy tan estúpida, ¿En serio quiero meterme en la cabeza que él se fijara en mí? ¿Acaso me he vuelto loca? ¿Cómo podría alguien como él, fijarse en mi? ¿Cómo podría un chico como el fijarse en alguien que desea morir? Eso es imposible. Tal vez debería dejarlo ir. Porque no fue mío, no es mío y nunca será mío. Por lo siglos de los siglos.
