CAPÍTULO 7

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Zona Blanca.

Un apagado atardecer en Musutafu dejaba caer un gran telón negro lleno de oscuridad sobre las calles de dicha ciudad.

La noticia de dos jóvenes causando estragos en la vía pública mientras mostraban heridas graves se había esparcido con tanta violencia que era difícil que no todos supieran sobre ella.

Pasando a hablar sobre estos jóvenes, gracias a que los civiles cercanos estaban acompañados de celulares pudieron llamar una ambulancia.

Estos fueron recogidos y llevados a un hospital donde se les atendió rápidamente.

La situación de ambos estudiantes era deplorable aunque la de Izuku no tanto como la de su compañera pues esta había sido apuñalada y no solo eso, la herida por desgracia había perforado un poco de los intestinos.

Aunque la lesión era relativamente pequeña esto no dejaba dimensionar cuan peligrosa era la situación, esto de haberse tratado más tarde habría generado sepsis.

Por fortuna se había podido tratar a tiempo salvandole la vida, esto sin mencionar las lesiones aún de importancia como algunos huesos rotos y hematomas subcutáneos.

Respecto al peliverde se podría decir que no estaba tan grave físicamente como la chica, el aumento de sus habilidades físicas con respecto al inicio debido al ambiente en el que estuvo expuesto por meses habían hecho que no fuera tanto para el.

Pero esto no quitaba algunas cicatrices notorias en su cuerpo debido a las torturas de los villanos. Este había sido parte del precio que tenía que pagar por proteger a su compañera.

Varías horas después de las operaciones ambos estaban en una misma habitación pues el personal había pensado que sería mejor mantenerlos juntos en dado caso que quisieran saber el estado del otro al despertar.

En una de las camillas se podía ver a una pelirroja la cual estaba inconsciente aun debido a la anestesia. A su vez un peliverde estaba a su lado sentado en su propia camilla, no podía creer que finalmente después de meses estaba fuera de peligro y afortunadamente estaba relativamente sano sin contar algunas heridas recientes.

Izuku: Así que finalmente salimos... Soñé con este momento por mucho tiempo y ahora me siento extraño.

Dijó en voz baja Izuku mientras veía con cansancio a su compañera de desgracias.

Las ojeras denotaban cuan exhaustiva había sido la experiencia junto con los tratamientos para aliviar sus heridas físicas. El peliverde estaba reflexionando sobre los eventos en ese infierno.

Tras pensarlo mucho el pecoso se levantó algo adolorido y dejó su camilla para caminar en búsqueda de agua. Realmente estaba sediento y el suero en su intravenosa no era suficiente.

Este salio de la habitación y comenzó a caminar arrastrando consigo el suero, el frío suelo del hospital le recordaba al de aquel lugar.

- Disculpe joven, no puede salir de su habitación hasta que las autoridades nos lo permitan -

Exclamó una enfermera detrás de él, al darse la vuelta pudo ver a una joven chica bastante familiar, era ella sin duda, su cabellera rubia ceniza y sus ojos color ámbar que brillaban en la oscuridad la delataban.

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⏰ Última actualización: Jun 07 ⏰

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