𝑻𝒉𝒆 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒔 𝒅𝒊𝒂𝒓𝒚 | 𝒎𝒊𝒏𝒋𝒊𝒏

un

Querido diario...

Me preguntó ¿qué hubiera sido de mí? Si no hubiera tenido la certeza de encontrar ese campo de rosales, donde escribo de los más bellos versos para alguien especial; aunque inexistente, porque mi realidad es cruel, porque alguien como él, es inerte. 

Escribí versos ayer, antes de ayer, y el ayer del ayer del ayer. Escribiré hoy, también mañana, pasado mañana y el mañana del mañana del mañana. Mis versos son pequeños, tal vez un poema suena mejor.

Eso es todo por hoy, mi querido diario, espero me sigas siendo leal, como lo eras cuando aun no tenía casi nada de conciencia.

Atentamente, la princesa...

Y con eso, el castaño Hyunjin cerró aquel libro; aparentemente, gastado. Se levantó donde estaba acostado, volvió a mirar el campo de rosales

"Las rosas son bellas"

Fue la frase que pronunció, algo rutinario de todos los días, les dio una última mirada para luego sonreír, mirar el árbol en el cuál siempre apoyaba su espalda al escribir en su diario y en esas hojas llenas de versos. Para luego ir hacia su pueblo y llegar a su hogar, donde su dulce madre lo esperaba atenta y su preciada hermana le dedicaba de las más bellas sonrisas.

Hyunjin sabía que su familia era pequeña, pero era importante para él.