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La hora de salir había llegado, nuevamente las 11:30 era la hora que el reloj marcaba, todo era igual desde hace 2 semanas solo que ahora Jennie no tenía con quién irse ya que Kai saldría con sus amigos y las condiciones en las que estaban no permitirían que ella pudiera ir también, sus planes simplemente fueron ir a casa, ya no tenía sentido seguir con esta farsa de que seguía saliendo a la misma hora.
Conforme caminaba me sentía observada escuchaba pasos detrás de mí, giré mi rostro para mirar si alguien realmente me seguía pero era obvio que había más gente que salía temprano de la escuela, quise olvidar esos pensamientos tontos colocándome los auriculares y música a todo volumen como lo hacía los días que salía sola, llegué a una calle vacía por la cual me era necesario pasar para llegar a casa, noté como un auto se estacionaba detrás de mí pero no le tomé importancia, creí que debía ser algún vecino llegando a casa, no fué hasta que sentí como me tomaban con brusquedad de la cintura y tapaban mi boca mientras me empujaban contra el auto estacionado, me asusté mucho cuando sentí mis manos ser atadas, hacía lo posible por huir pero era en vano, una tela fué colocada en mi boca y atada por detrás de mi cabeza para silenciar mis gritos en busca de ayuda, con las manos atadas y la boca cubierta, mi falda y ropa interior fueron arrancadas, seguido de eso sentí el dolor mas horrible que jamás pude haber sentido, el hombre manoseaba sin piedad mi cuerpo dejando marcas asquerosas por mi cuello, noté como sangre comenzaba a correr por mis muslos, no paraba de sollozar al sentir tal dolor en mi intimidad, después de eso no pude aguantar más y caí inconsciente
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Jake
Estaba regresando a casa pues desde hace 3 semanas salgo temprano porque ya no tenemos maestro de inglés, llegué a una calle la cual siempre estaba desierta, habían casas pero parecían estar abandonadas, seguí caminando hasta que ví a un hombre abusar de una chica con el uniforme de mi escuela. Era Jennie, la niña que me gusta, inmediatamente llamé la atención del hombre el cual al verme la dejó tirada en el piso e intentó huir. Corrí hasta alcanzarlo y me avalanzancé sobre él para comenzar a golpear su rostro con todas mis fuerzas.
-¡Púdrete maldito!
Le gritaba mientras seguía golpeandolo, estaba tan cegado por la rabia que cuando reaccioné el tipo tenía el rostro lleno de sangre y parecía estar inconsciente, me asusté mucho, creí que lo maté y comencé a sollozar pero recordé a Jennie, corrí hacia ella y la ví. Tirada en el piso, llena de sangre, su falda y ropa interior destrozadas y tiradas a su lado, aquello me destrozó, me quité la sudadera y cubrí su desnudez con ella, tomé mi celular y llamé a la ambulancia, llorando les conté todo lo que había ocurrido, tenía mucho miedo, estaba solo y con dos posibles cadáveres, no quería que ninguno de los dos muriera. Amaba a Jennie como para aceptar que algo así ocurriese y si el hombre moría estaba seguro de que me iría a la carcel.
