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Hace días atrás...
Ese era un día especial, Jennie se dirigía a pie a la floristería, de allí tomaría la dirección que Lisa le había indicado en un papel. Había salido temprano de su trabajo. Esta vez se había arreglado mejor, la quería impresionar.
_Jennie, ¿vas a tardar mucho?
_Estoy en camino.
_Está bien, en unos minutos salgo de la floristería y voy a casa, te espero - llamada finalizada.
_¡Jennie! - Jisoo llegaba a ella, al parecer la estaba esperando.
_¿No estabas de vacaciones? - se detuvo a hablar con ella.
_Tenía algunas cosas de las que ocuparme, así que me retrasé un poco - se cruzó de brazos - ¿A dónde vas tan arreglada?
Jennie bajó la mirada, sonriendo en un sonrojo.
_Conocí a alguien, quiero mejorar para ella. Voy mejorar mi vida.
_Que bien, yo tuve la misma idea - sonrió - pero necesito tu ayuda.
_La próxima vez te ayudo, debo seguir.
_Solo tomará un minuto.
_Te ayudo otro día, tengo una cita ahora.
_No tomará mucho tiempo - insistía, parecía más intranquila - no puedo ir por mi cuenta. Por favor, ven conmigo. Es el último favor que te pediré. No me interpondré más en tu camino.
Jennie estaba indecisa, observó el reloj y faltaba unos minutos para la hora pactada con Lisa.
_¿Segura que solo toma un minuto? - preguntó dudosa.
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Jisoo abrió la puerta fácilmente, dejando extrañada a la castaña.
_¿De quién es esta casa? - preguntó extrañada.
_No te preocupes, solo entra - murmuró, cerrando la puerta tras ella cuando ingresaron.
Jennie frunció los ceños al ver a la pelinegra comenzar a rebuscar entre los cajones. Se había puesto los guantes hace solo segundos sin darle una razón exacta. La castaña se acercó a ella y tomando su chaqueta, la puso de pie, haciendo que la mirase.