Capítulo 9. Una muy, muy mala idea.

11 5 0
                                    

La primera luna llena de Alka estando al tanto de su condición de hombre lobo pudo haber sido peor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La primera luna llena de Alka estando al tanto de su condición de hombre lobo pudo haber sido peor.

No hubo nadie que nos interrumpiera; nos habíamos alejado de forma eficiente de los Guardabosques. Y, además, fue una noche considerablemente tranquila. Teniéndome ahí, Alka no tenía posibilidad de atacar a alguien o abandonar el parque. No sirvió tratarle de recordar quién era, porque resultó que en serio era incapaz de darse cuenta siendo un lobo. No me sorprendía del todo; había conocido a adolescentes lobo que habían tardado meses en adquirir su primera noche de consciencia.

Y con Alka sospechaba que iba a tomar más tiempo. Después de todo, no lograba ni hacer despertar su visión sobrenatural incluso luego de los arduos entrenamientos que habíamos tenido durante las tardes tras el trabajo. Su oído, por naturaleza, ya estaba más desarrollado, pero incluso así no podía distinguir los ruidos de la primera dimensión de la segunda, lo que ocasionalmente lo hacía sentir frustrado cuando lo hacía intentarlo.

Y bueno, pasé la noche haciendo de niñera de un lobo que resultó tener más energía que una cría de perro. La técnica de manipulación que utilicé el primer día que lo conocí solo funcionó por alrededor de quince o veinte minutos antes de desaparecer y, así, pasó de ser un lobo sumiso y obediente a uno juguetón y alegre. Me sorprendía un poco su actitud, después de todo, había creído que tendría que lidiar con una criatura agresiva que querría salir del parque a comer humanos... Aunque no tardé en entender que el comportamiento agresivo de la vez cuando intentó atacarme se debió al dolor que le ocasionaban esos aparatos que mencionó; sí, al parecer los brackets eran una tortura tanto para la figura humana de Alka como para su contraparte lobezna. Sin embargo, con esto en mente, pude lidiar mejor con él.

Por razones de sobra, me aliviaba saber que el mayor peligro al que me expuse fue cuando le lancé una enorme rama y él me saltó encima al traerla de vuelta.

Esta vez no hubo nubes para ocultar la luna y el cielo permaneció despejado e impasible. No fue hasta el amanecer que Alka finalmente regresó a ser un humano.

Y no tuvo que quedarse desnudo como la última vez, siendo que nos habíamos preparado explícitamente para esto.

Así que, unos diez minutos después, Alka y yo estábamos en el parque. Yo demasiado cansado para caminar de vuelta a casa y él muy atontado como para siquiera intentarlo. A diferencia de la última vez que se transformó, Alka se veía afectado por todo lo que el lobo había hecho... Y tenía sentido, siendo que, al final, lobo y humano eran el mismo ser.

—¿En serio no existe manera de deshacerme de esto? —murmuró el chico. Sus ojos lucían como los de un anciano que había visto y vivido incontables guerras.

—No, lo único que puedes hacer es aprender a controlarlo —contesté, suspirando.

—¿Les heredaré esto a mis hijos?

—No... Eso solo se hereda de dos formas: se presentaría en tu séptimo hijo si decides tener tantos y, la segunda manera, sería el primogénito de siete generaciones después. Me imagino que ese fue tu caso.

Las Trágicas Aventuras de Orion y Alka © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora