Rising ash

En camino de la belladona

Los dos niños corrían rápidamente por el bosque agarrados de la mano hasta que uno de ellos tropezó.

¿?:¿¡Circe?! ¿¡Estás bien?!

Circe: No es nada, podemos continuar... (dice mientras se intenta tapar de forma brusca la herida que se hizo en la rodilla)

¿?: Deberíamos descansar por hoy.

Circe: Vernon, los dos sabemos que es imposible si queremos llegar a Gazta antes del crepúsculo, debemos continuar.

Vernon: Lo entiendo, pero...

Circe: No te preocupes por mi, continuemos.

A medida que los pequeños caminaban ,el bosque se volvía cada vez más espeso y las ramas de los altos arboles no dejaban ver bien los alrededores.
Después de largas horas caminando prácticamente a ciegas, empezaron a ver una pequeña entrada de luz entre las ramas.

Vernon:Es precioso, casi parece un portal a un mundo nuevo.

Circe: Quizá no sea un mundo nuevo, pero al menos podremos empezar una nueva vida.

Poco a poco fueron entrando en Gazta el país conocido mayormente por sus burdeles, los niños no estaban interesados en estos servicios claramente, sin embargo sabían que en uno de estos trabajaba una mujer conocida como la Belladona la cual era famosa por ser de las pocas cambiaformas que quedaban en todo occidente.

Vernon: ¿Estás segura de que esa mujer es de fiar? Se que normalmente tus decisiones suelen ser acertadas pero los cambiaformas tienen fama de ser muy buenos timadores.

Circe: ¿Crees que si timara gente trabajaría en un burdel? Si lo hiciera ella ya estaría en las maravillosas  playas de Lontis con montones de dinero a su alrededor, Estoy segura de que es distinta.
Ella tiene principios, quizá no sean los mejores pero los tiene.

Vernon: Supongo que no tenemos muchas opciones.

Circe: Tenemos dos, arriesgarnos o ser vendidos al mejor postor y dejar que nuestra vida sea propiedad de otra persona.

Vernon: Las dos suenan peligrosas.

Circe: Exacto pero hay una diferencia.

Vernon: ¿Cuala? (Dice ladeando ligeramente la cabeza).

Circe: Que con la primera opción moriremos siendo libres.

Vernon trago saliva y siguió caminando detrás de su amiga mientras trataba de disimular que estaba temblando de miedo.
Circe no es valiente pero sabe que si deja ver a Vernon una pizca de intranquilidad el se derrumbara.
Ella no es fuerte y en el campo los niños mayores solían tirarla al barro o insultarla por ser hija bastarda de una esclava y un amo, esto jamás molesto a Circe ella culpaba a su padre por como era su vida, mientras sus dos hermanos varones de sangre pura recibían clases de lucha, ella  cocinaba junto a su madre platos que jamás se podrían permitir llevar a la boca.
Circe había nacido para ser esclava y todo el mundo en su aldea parecía recordárselo.
Por otra parte Vernon jamás conoció a su madre ya que esta murió cuando le dio a luz, El fue criado por su padre, un hombre pobre capaz de vender a su hijo por unos trozos de pan.
Circe y Vernon se conocieron en una sala de subastas donde la gente podía comprar desde un reloj hasta una persona, ella sintió lastima por el chico que no paraba de llorar así que lo agarró de la mano y le dio un beso en la mejilla.

Circe: ¿Como te llamas chico?

Vernon: Me llamo Vernon...

Circe: A partir de ahora yo seré tu ángel de la guarda Vernon, ahora deja de llorar (decía mientras le limpiaba las lágrimas con la manga de su gastada chaqueta)

Vernon paro de llorar, por un segundo había sentido el calor de una madre.
Desde ese día los dos estuvieron juntos como si fueran unos hermanos separados al nacer recién reencontrados, que no se volverían a separar el uno del otro.

Esto había ocurrido hará ya 5 años cuando ellos tan sólo tenían 8, ahora mismo los dos tienen 13 y saben todo el uno del otro.