Había trascurrido una semana y media de lo que llegue a la estación, nunca se me hizo difícil adaptarme, pero esta fue la excepción.
En fin, mi petición de cambiar de caso se había demorado un poco, pues Harvey se negaba a salir de él, así que toda esa semana me toco ser compañero de Malena, que sin duda era un fastidio de mujer, aun así siempre le mostraba una bien a actitud aunque por dentro quisiera arrancarle los ojos ... Bueno, tal vez exageraba un poco.
A los tres días me dieron la noticia de que me habían reasignado ... Han escuchado la frase: "hoy es un genial día para sonreír."
Esa bella mañana del mes de octubre lo era, el sol irradiaba una luz brillante, el día había amanecido alegre ... Y yo era el ser más feliz de todos, pues llegando al trabajo recibí la mejor de las noticias.
Por fin me habitan asignado al caso del asesino ... Justo en la parte emocionante, puesto que la necropsia de las chicas había llegado a la estación y estaban siendo registradas. El único problema era que mi nueva compañera, Aurora, no sabía que ya no trabajaría con Harvey en ese caso y yo no parecía caerle muy bien.
Sin embargo, eso no me detuvo, había logrado cosas mucho más difíciles antes, no iba a tropezar con esa pequeña roca en el camino ... No era mi estilo.
Me toco esperar hasta el mediodía para poder conocer incluso el más mínimo detalle del caso, ya que al parecer Aurora tenía problemas con su madre, no era de extrañarse, puesto que la señora Eugenia contaba con casi 75 años y como bien dicen ... La vejez no viene sola.
-Buenas tardes, compañera.- Saludo a la chica, ella me devuelve un gesto frío.
-Que necesitas.- Responde por fin al ver que no tengo intenciones de irme.
-Bueno, verás ... Ahora somos compañeros, me acaban de asignar el caso.- Explico de forma fría hojeando unos papeles que llevaba en mi mano.
-Claro ...- Responde sería. -No me digas.- Chica difícil, pensé, sin dejar de mirarla.
-No me crees, podemos preguntarle al señor Jones...- Me hice el indignado y amenacé con irme. Yo ya sabía qué Aurora y el viejo habían tenido unos altercados antes, así que no iría a preguntar.
-Espera.- Suspiro resignada. -Ya estás aquí, bien. Supongo que ya me conoces.- Dice con un gesto prepotente que de cierta forma indicaba que ella era quien estaba a cargo.
-Solo de nombre.- Contesto cruzándome de brazos.
-Me llamo Aurora ...- Torció los labios y añadió -Da igual. Ya habrá tiempo de conocernos, lo importante es que ya llegaron las necropsias.- Responde indicándome unas carpetas color amarillo.
No imagine esa actitud, de igual forma no representaría ningún impedimento, para lo que ya tenía planeado.
No quise insistir mucho en que me dijera todo de ella, aunque lo deseaba; pero en ese preciso momento me interesaba más lo que decía la necropsia de esas dos chicas y que descubrieron acerca de la marca de la estrella, me importaba saber todo del nuevo asesino.
Al leer el informe me dirigí hacia la causa de muerte y que decía sobre la señal en su mano, no encontré mucho, era un estudio pobre y sin fundamentos.
En el dictamen se manifiesta que fue por un disparo en el corazón y que la marca se ha puesto después de que la chica murió.
Mire el resto del informe y en mi rostro se dibujó una sonrisa, no fue exagerada, pero mi compañera, la cual estaba frente a mí, la noto y no dudo en preguntar.
-¿Qué es lo gracioso? - Interrogo sería causando que alzara mi mirada del papel para ver su cara.
-El nombre. - Lo acepto, no pensé muy bien mi respuesta. -No ... Recordé algo que sucedió. - Trate de corregir mi error; sin embargo, no funcionó.
-Claro, señor Mitchell, ¿Le parece gracioso el nombre de una mujer fallecida? - Así como ella lo decía, no sonaba agradable, aunque si era un poco cómico.
- Quien le pone a su hija ... Luz Divina Bonachera.- Repito y noto como una sonrisa se reprime en el rostro de Aurora.
- Ahora quien ríe.- Lo acepto, no estuvo bien reírnos del nombre, pero por lo menos sirvió para romper el hielo.
- Ya, sigue trabajando.- Dice cambiando de expresión.
En los ojos de Aurora había un brillo que la hacía ver aún más hermosa de lo que era, sin darme cuenta deje de ver el informe para dedicarme a verla, quede entorpecido al admirar su belleza y cada segundo que pasaba encontraba un detalle más lindo, otro detalle más para contemplar ...
Por decirlo de otra manera, esa mujer era una obra de arte y yo un admirador.
Ella me sorprendió mirándola y se sonrojó un poco, ese color carmesí en sus mejillas era tan bonito, al cabo de un par de minutos tomé algunos papeles sobre el caso y me retiré del lugar, pues con todo eso también me había puesto algo nervioso.
En la tarde, llegaron los padres de aquellas chicas. Sentí lástima por esos sujetos, aparte de que asesinaron a sus hijas, debían responder algunas preguntas.
Aunque era algo de rutina, supongo que para esa gente sería terrible.
Por esta razón me ofrecí a hacer las preguntas, como era de imaginar no estaría solo ... En ese momento me acompañó Erick, un policía ejemplar y muy agradable, por lo que no fue difícil congeniar y hacernos amigos.
En las preguntas, los padres de Fanny López y de Luz, coincidieron en que sus hijas salieron de fiesta dos días antes y creyeron que allí conocieron a alguien y les quiso hizo daño.
Por otra parte, sonaba improbable, puesto que si hubiera ocurrido de esa manera, el asesino no esperaría tanto tiempo para actuar.
Las almas de dos lindas mujeres se apegaron a sus 22 y 25 años de forma respectiva; Fanny estudiaba arquitectura y luz era maestra en una pequeña escuela ... Las chicas no salían mucho y muy tímidas, sin embargo, amables. Por este motivo, a sus padres y a sus amigos más cercanos no se les ocurrió alguien que quisiera dañarlas ... Tan solo tuvieron la mala suerte de taparse con un asesino.
Había salido a hacer unas preguntas a algunos testigos, de casualidad nadie vio algo. No, seamos sinceros, más bien, a nadie le importo ver ...
Era frustrante, pero a la vez muy emocionante. Teníamos a un asesino por atrapar y en unos días podríamos ir de nuevo a la escena del crimen a investigar de una forma más profunda ...
La noche llego y con ella el cansancio que conllevaba un largo día de trabajo; al parecer todos tenían algo interesante por hacer.
Jones saldría una vez más con la señorita Díaz; Malena irá a ver a sus hijas y Erick se despidió, pero por mi parte necesitaba ir a dormir y aunque me ofrecí a llevar a Aurora a su casa, ella se negó. No le insistí, no quería que me viera como un necesitado.
Y por fin, al llegar a mi apartamento caí rendido y me quede dormido.
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EL ASESINO DE LA ESTRELLA
Mystery / ThrillerUn amor que puede destruir. Un pasado imposible de soltar. Un secreto que daña. Un amor ficticio. Una amistad que no fue planeada. Una vida deseada que jamás existió. Un hombre y un asesino.