Mi pequeño.

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Ya llevaba una semana en casa de mi tía, cuando me fui de casa de Mateo, Raúl me cuido en la tarde hasta que en la noche llegué a casa de mi tía, mi tía había prometido ayudarme con esta situación hasta que mi madre se calmara, que no la había visto llorar tanto desde que se divorció de mi papá, ¡Mi papá! No le había dicho, pero la verdad no importaba, hace tiempo que no me busca también, no quería que mi pequeño sintiera todas las emociones que pasaban, aparte hoy es mi primer ultrasonido, apenas tengo un pequeño vientre nada hinchado la verdad, pero me da miedo la parte de que te metan un tubito, Fuck, estábamos a 1 hora de ir con el doctor que me trajo al mundo para decirle que también iba a ser mi bebé al que traería al mundo, mi tía y mi tío me dieron refugio pagando todos los gastos que tengo ahorita, mi mamá al parecer por lo que le dijo a mi tía seguiría pagándome la prepa, pero nada más, esta realmente molesta conmigo, me llego un mensaje al celular se Dan.

Ya estas?

Noooo

Cuando? Quiero verlo!

Espera! Yo te mando foto

Estábamos nerviosos por escucharlo y saber si todo salía perfecto.

-Cariño, ¿ya?- mi tía gritó desde abajo, tome mi bolso, mi celular una chamarra y baje.

-Si, lista.

-Bueno, preparada, vámonos.- dijo abriendo la puerta, y luego la de la cochera, saco el coche, cerré la puerta y me subí.

-¿Nerviosa?

-La verdad si, mucho, me da miedo sentir el tubo.

-Te tendrías que preocupar más por las preguntas, dan pena contestarlas.

-Lo sé, o eso creo, pero estoy también ansiosa.

-Me acuerdo que yo me entere de Alan hasta el 3er mes, casi al segundo trimestre, todo quizás no.

-No, no creo que sea tanto.

-Y ya le dijiste a el papá.

-No, le quiero decir después de tener el ultrasonido.

-Dios la sorpresa que se llevará el pobre niño.- dijo riéndose, el camino era largo, no largo pero si con tráfico, solo iba escuchando música y hablando por texto con Inés y Dan, mientras acaricie mi vientre, no podía creer que por fin vería a mi bebé.

•.•.•.

-Vale, relájate ve el techo, esto es rápido.- dijo el doctor.

-Okey.- sentí como algo húmedo y frío entraba en mi sexo, se sintió de la shit pero tenía que aguantarme, de pronto el doctor Robles se enderezó y con mucha calma empezó a mover el sonograma, hasta que se pudo ver casi percibir un punto blanco en un fondo negro, era muy pequeño.

-Aquí esta, lo encontramos. Dijo mientras congelaba la imagen para sacar medidas eso creo yo.- Wow esta bien para estar de dos meses.

-¿Dos? ¿Cómo?

-No se cuenta desde la semana que te embarazaste si no desde que ovulaste Valentina, pero para ser realistas tienes 7 semanas, una semanas más y tienes 2 meses. ¿Quieres escucharlo?

-¿Podemos?.- dije apretando la mano de mi tía.

-Por su puesto, Okey, no se escuchara como el nuestro pero va.

-Tía grábalo por favor.- le pase mi celular y empezó a grabar, cuando escuche sus latidos ir muy rápido, me quede en shock, su corazón estaba rapidísimo, mi bebé, simplemente era algo raro de creer, yo creando nueva vida, el doctor me saco el sonograma, y me dijo que todo estaría bien, le dije que había dejado de fumar y también evitaba lugares donde fumaran, el café me dijo que no lo podría tomar como minimo hasta acabar el primer trimestre para evitar abortos espontaneos.

-¿Quieres el ultrasonido de tu bebé?- dijo el doctor.

-¿Puedo?- dije timida.

-Por su puesto, toma.- saco un folder y metió una carta y los ultrasonidos.- en esta carta explica tu embarazo las semanas y tu gestación, no la pierdas te puede servir, entendido.

-Claro muchas gracias Doc.- dije levantándome al mismo tiempo que mi tía para salir del consultorio, al cerrar la puerta, mi tía me dio una mirada profunda a los ojos y me dijo en un tono muy leve. "Te sorprenderás más".

Al subirme a la camioneta no evite ver la foto de mi bebé y mandarle foto a Dan, de inmediato me llego una llamada.

-Bueno...

-¡Dios! que emoción, esta muy pequeño ¿no?

-Si un poco la verdad ,pero dime que no será grande y fuerte cuando nazca.

-Si asi lo dice la madre, okey, si .

-Eres un tonto.- dije riéndome .- mañana te las enseño mejor .

-Pero en serio guapa.

- si te lo prometo.

Al llegar a la casa lo primero que hice fue subir al cuarto en el que me estaba quedando, abriendo la ventana y sentándome en el marco, marque un numero y espere a que contestaran.

-¿Si?

-Bueno...¿Mateo?

-Ajam...¿Qué pasó?

-Bueno...pues tenía que...- escuché la voz de Tamara al otro lado de la línea y preferí guardarme la sorpresa.- que preguntarte si no había tarea.- me mordí el labio y continúe de la manera más natural.

-No Hobbits no hay tarea.

-Bueno ¿Que haces?

-Viendo Pelis con Tamara.

-Oh...¿en su casa?

-No en la mía.

-Bueno dijo de molestarte, bye. Y colgué, sin más poder deje que las lagrimas resbalaran sobre mis ojos.

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POV MATEO

-Tamara, ¿Te podéis mover?

-Ay, nunca te parece nada.- dijo quitándose de mi brazo.

-Joder, que si mi movil esta pitando.

-Aquí esta, es...ella.- Tamara, de alguna manera no soportaba a Valentina después de saber que ella estuvo algunos días aquí, en la conversación breve que tuve con Valentina sentí que hubo algo que falto decirme, mas no podía hacer nada.

-¿Me puedes llevar a mi casa?

-Te había dicho que no podía.

-Por favor.

-No, y tu lloriqueo de hoy, me tiene hasta las bolas.

-Mateeeeeooo.- dijo con su voz de chivata que me hartaba.

-No, y ya es tarde Chao. Dije mientras cambiaba de programa y veía como se levantaba enfadada del sillón, la verdad que me valía un coño, ella era muy lloricona, camine a mi cama quitándome la ropa hasta haber quedado en lo habitual, y al meterme en mi cama, tome entre mis manos el jersey púrpura que Valentina había olvidado cuando se marcho, la extrañaba pero no podía hablar con ella hasta no ponerle un alto completo a Tamara, Valentina había causado algo en mi desde el momento en el que me tocó empezar a hacer el trabajo con ella, Hostia me ponía a pensar en si quería seguir con mi vida de rebeldía, o prefería esperar un buen momento e iniciar, mi madre la quería y Mariana le había ganado afecto, por mi parte me desconectaba de la realidad que poseía.

Inevitablemente apreté su jersey a mi pecho, y el pequeño aroma que en el seguía lo aspire, cuando ella dormía aquí me mantenía muy calmado, la cama paso a ser algo diferente, me mantenía con algo mucho más diferente de lo que podía creerse, su aroma, sus pequeñas manos tocando mi pecho mientras dormía, sus ronquidos, y le decidí enviar un mensaje.
-Mañana podemos salir?

CaprichosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora