Allison sintió una vez más esa canción, apoyó la cabeza en una de sus manos para mirar hacia el hombre que tocaba el piano y con la otra mano bebió la copa de vino blanco que adornaba su mesa. Que paz le daba aquella pieza, era de las que más le gustaba pero lo que más le agradaba de oírla era el hecho de poder transportarse en el tiempo hacia aquellos días.
Nadie volvió a saber de BaekHyun, incluso su padre. Lo había hallado dos veces, una en la cola del supermercado y la otra en una tienda de jardinería mientras tomaba unos cactus para decorar su nuevo departamento.
El señor Byun la había saludado alegremente, cosa que Allison no esperó. Había sido tan amable de ayudarla con sus compras y de luego portarla a casa en el furgón.
No he sabido nada de él -le dijo de repente y Allison lo miró con una sonrisa nostálgica- la última vez que llamó fue para navidad. Me dijo que estaba bien pero no dijo más.
Al menos sabemos que está bien -dijo Allison mirando por la ventana una vez más.
¿Nunca te ha escrito?-preguntó el señor Byun tanto avergonzado.
Allison solo negó con la cabeza mientras lo miraba.
Le escribí el día que me dijo que se iría, vio mi mensaje pero no respondió -Allison miró en su teléfono, le había escrito muchos, muchísimos mensajes pero BaekHyun no había leído ninguno.
No puedo decirte que va a contestarte porque creo que conocemos a BaekHyun y luego... de lo ocurrido -el padre de BaekHyun la miró y Allison bajó la mirada- bueno... ha pasado mucho tiempo, seguramente contesta. Es muy impredecible mi muchacho.
Seguramente -susurró Allison más para ella y alzó la vista notando que estaban por pasarse. Allison le indicó y este dio vuelta al furgón en cuanto pudo, para cuando bajaron la ayudó a pasar las plantas que había comprado hacia el interior de la casa y luego la abrazó. No lo había esperado pero Allison lo agradeció muchísimo, se despidieron con la promesa de beber algo en el lago pero ninguno se había comunicado con el otro luego de ello.
Con el pago de su pasantía y con lo poco que gastaba se había dado el lujo de rentar un departamento para ella sola. No muy lejos de su antigua casa, sin embargo, aquel lugar mantenía una vibra problemática que sentía la ahogaba cada mañana.
¿Señorita?-oyó la voz de alguien y Allison volvió la vista hacia la realidad- ¿Más vino?
Allison asintió y luego de que el camarero le dejase la copa media llena se alejó. Volvió a mirar el piano y al hombre que tocaba hasta que sus ojos fueron hacia el hombre de cejas pronunciadas que la miraba, Allison quiso ignorarlo pero en cuanto lo vio venir hacia ella supo que no habría escapatoria.
Hola Allison -le dijo y esta lo miró con cierto recelo.
Mira KyungSoo, no quiero una escena aquí... -le explicó pero este colocó una mano frente a ella pidiéndole que se detuviera.
No pensaba encontrarte aquí -le dijo este y Allison lo ignoró- el pianista es mi amigo, me dijo que tocaría aquí hoy y vine a acompañarlo ¿puedo sentarme?
Allison suspiró, dejó salir el aire atrapado que tenía en los pulmones y este tomó aquello como un sí. Se miraron por unos segundos hasta que el camarero se acercó, KyungSoo pidió una copa y luego de unos segundos el camarero apareció.
¿Cómo van las prácticas?-le dijo mientras la miraba- me enteré que eres de las remuneradas.
Sí -Allison asintió sin prestarle mucha atención.
Me alegro -susurró y sin decir mucho chocó la copa con la de Allison.
Esta lo miró con sorpresa mientras bebía y lo imitó luego de unos segundos.