I Got My Eyes on You

Atardecer.

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Excellent! - Gritó extasiado, distraído de su compañero que, lo veía con un asombro en los ojos que nunca pensó experimentar.

Era como si se hubiera olvidado del río, de la majestuosa imagen digna de una pintura justo delante de sus ojos, su mirada no podía apartarse de la persona frente a él. Más concretamente, de la hermosa sonrisa que tenía.

Jamás imaginó conocer a alguien tan emocionado, tan ilusionado y anonadado de la imagen que le arrancó tantos suspiros, y cual caído del cielo, ese mismo hombre le estaba arrancando el aliento a él. Ni siquiera sintió la fuerza para decir lo que había planeado, no pensaba culpar a tan maravilloso ser por la muerte de Humpty.

Si, es realmente hermoso- Dijo Noah con un hilo de voz. Sin referirse al paisaje.

Es magnifico mi buen hombre, le agradezco tan espectacular imagen. Me tengo que retirar, fue un placer- Lo volteó a ver con esa sonrisa hipnótica, empezando a girar su cuerpo en dirección a la salida. Ahí fue cuando reaccionó.

No, espera, déjame saber tu nombre- Por un impulso tomó su brazo, podía sentir como este se tensaba bajo su agarre, pero no reaccionó en consecuencia- El mío es Michelle.

Ese nombre suena muy bien, bastante adecuado- Tomó la mano que seguía sosteniéndolo, para separarla y tomarla entre las suyas- Un placer haberlo conocido, me presentó, mi nombre es Jack.

''Eso ya lo sabía'' Pensó el pelinegro antes de responder- El placer es todo mío

Para alargar lo más que podía ese contacto, hizo algo que solo había observado, nunca tuvo la necesidad de hacer. A diferencia de ahora, que sentía una obligación casi obsesiva para hacerlo.

Se agachó y besó la mano de Jack, más pequeña en comparación, más pálida y lastimada, se sintió adecuado en tan hermoso ser. Ese era un acto de lo más extraño entre los hombres, ambos lo sabían, pero el peliblanco no reaccionó.

La idea de que estuviera acostumbrado a este contacto provocó en Noah un sentimiento de recelo, algo así como la envidia, un pensamiento más acercado serían los celos, no podía creer que otros tuvieron la oportunidad de conocerlo y tocarlo antes que él. Era tan injusto.

En realidad, era debido a que Jack había crecido en un burdel, el contacto no era ajeno a él, a pesar de no estar acostumbrado, lo llegaba a tolerar porque sabía las consecuencias de un rechazo.

Gracias por dejarme verlo, adiós- Agregó él peliblanco llenando el silencio, separando su mano lentamente, sin entender el contacto, su motivo o razón, solo queriendo deshacerse de él.

Le dio una sonrisa torcida, se refería al color tan llamativo del pelinegro y, aunque le dolía dejar de verlo, su tiempo se había terminado. A pesar de eso, Noah siguió encontrando cada gesto de él encantador y arrancador de suspiros, solo pudo quedársele viendo, a la figura que se alejaba con los colores que le regalaba el cielo. El viento lo acompañaba con una melodía silenciosa, ya sentía que era su sonido favorito, uno que la brisa que sopla puede tocar, y se lo lleva una persona a la cual le pertenece.

Solo aparecería cuando lo acompañara.

Cuando se quedó solo, se dio cuenta de lo que pasó, ni una sola palabra fue capaz de emitir, absortó por los sentimientos que lo agobiaban.

Deseaba seguir conociéndolo. Algo le decía que era más interesante, increíble y asombroso de lo que pudo llegar a ver en ese pequeño momento del día.

No podía imaginarse toda una vida lista para seguir descubriéndolo.

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