Aún le dolía un poco el cuerpo. No tanto por el accidente, sino más bien por haber pasado recostada más de dos semanas en una cama de hospital. Sin embargo, ahí estaba, sentada en el sofá de la sala de la torre de los Avengers.
La rodeaba su equipo. Tony y Clint estaban muy entusiasmados contándole sobre la preocupación de Fury respecto a lo que le había sucedido y al hecho de que no despertó en varios días.
Natasha se rió. Le gustaban esos momentos con su equipo, cuando eran sólo un grupo de amigos pasando tiempo juntos y haciendo cosas triviales.
Luego de un rato, JARVIS avisó que Thor había llegado.
Luego de saludarle y demás, estaban sentados todos en la sala.
En la mesita de café habían cajas de obsequios que eran para ella. Los Avengers habían celebrado navidad y, como ella había estado en coma, dejaron los regalos bajo el árbol para cuando despertara.
Natasha abrió primero un paquete rectangular envuelto en papel verde con flores rosas. Era el regalo de Steve. Un cuadro con un precioso retrato de ella, dibujado a mano por el mismo Capitán América. Ella le dio las gracias con una enorme sonrisa y prometió poner el cuadrito sobre su mesita de luz.
El siguiente paquete era más grande, también de forma rectangular y estaba envuelto en papel naranja con pequeños arabescos de un tono anaranjado más claro. Este era el regalo de Tony. Natasha encontró unas preciosas matrioshkas al abrirlo.
-De tu Rusia natal, querida - le dijo Tony sonriente.
Natasha le agradeció y metió las matrioshkas nuevamente en el paquete con mucho cuidado.
Entonces tomó el siguiente. Éste era un cofrecito de madera con detalles de oro. El regalo de Thor.
Cuando Natasha lo abrió, sacó de dentro algo envuelto en un terciopelo rojo. Sus ojos brillaron cuando abrió el envoltorio de tela y dejó al descubierto dos cuchillas de unos veinte centímetros, perfectamente afiladas con decoraciones de piedras preciosas y oro en la empuñadura.
-Son preciosas - le dijo feliz y Thor le contestó con una enorme y genuina sonrisa.
El siguiente paquete era el obsequio de Bruce. Una cajita envuelta en papel púrpura con lunares blancos. Dentro había un hermoso vestido azul, amarillo y anaranjado de estilo hindú del cual Natasha se enamoró al instante.
Le agradeció a Bruce por el regalo también y se dispuso a abrir el próximo paquete. El escojido fue el obsequio de Fury.
Todos se acercaron más a Natasha con el propósito de ver que había conseguido el director de SHIELD para ella.
Lo que Natasha sacó de la bolsita violeta en la que Fury lo había puesto fue una chaqueta roja de cuero.
Natasha se emocionó cuando la vio.
-Llevé una igual a una misión en Grecia y la perdí, estaba muy disgustada por ello - explicó.
El próximo obsequio fue el de Clint. Nada más y nada menos que un molde para hacer cupcakes.
Tony se burló y Natasha le dio un golpecito en el hombro. -Apenas abra todos los regalos, voy a hacer cupcakes -.
-Y verás lo increíble cocinera que es - agregó Clint.
Tony aceptó. -Será todo un placer -.
El próximo regalo que fue abierto era el de Pepper. Unos zapatos de tacón altos con terciopelo negro y suela roja.
-¡Madre mía! - exclamó Steve. -Con esas cosas tendrás la altura de Thor -.
Todos rieron.
Por último, Natasha abrió un regalo de parte de María. En un sobrecito de papel amarillo y escrito con una preciosa letra cursiva decía "Para mi querida Nat, de Mary". Natasha sonrió. De dentro del sobre sacó dos entradas para ver Ballet, su danza preferida.
Luego de que Natasha guardara todos los regalos en su habitación, hizo cupcakes de limón.
No sobraron ni las migajas para la mañana siguiente. Clint tenía razón, mucha razón.
***
Hola! Sé que hace siglos que no publicaba nada, pero hoy entré nuevamente a Wattpad y me encontré con que les había propuesto escribir esa escena y nunca lo hice, así que aquí la tienen. De hecho ya la tenía escrita en borradores, aunque yo estaba segura de que la había publicado en algún sitio; al parecer no, jaja.
Espero que les guste <3
Poppy.
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Querida Lady Natasha - Poppy6477
FanficNatasha terminó herida gravemente luego de un accidente y Thor se queda cuidarla algunas noches. El Dios del Trueno le escribe cartas a una Natasha Romanoff internada en un hospital de Nueva York.
