09; yo también lo quiero

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— Chaeyoungie, ¿pue-?

En cuanto JiHyo abrió la puerta de la habitación de ChaeYoung se congeló con la mano en la perilla, observando con cejas fruncidas la escena frente a ella; su hermana menor estaba sentafa en la cama semi desnuda, con sus gruesos muslos asomándose bajo la enorme camiseta holgada que evidentemente no era suya. En sus rechonchas manos tenía su teléfono móvil, por lo que pudo intuir lo que había estado haciendo antes de llegar.

— ¿Le envías tus nudes a Mina unnie? — con una ceja alzada se cruzó de brazos.

Y la omega de cabellos rosas se encogió de hombros, sin parecer alterada por haber sido atrapada de esa forma. En realidad estaba bastante tranquila, ni siquiera le importó no tener ropa interior, porque se levantó para poder acomodarse mejor dejándose al cubierto cuando la enorme camiseta (que parecía ser de su alfa) se movió, aunque después se tapó con las sábanas y miró a JiHyo sin expresiones.

— Se llama reforzar la amistad.

— Pero ustedes ya son novias...

— Lo sé, la costumbre — ChaeYoung rió, manteniendo una sonrisa linda después —. Cuando éramos amigas le sugerí reforzar la amistad así, se me quedó llamarle de esa forma. Y ahora... me gusta consentir a mi alfa ~

JiHyo sacudió la cabeza decidiendo ignorar la información que no quería saber sobre la vida íntima de la pareja, por lo que se concentró en la razón del porqué había ido en primer lugar. Se acercó repentinamente tímida, sus ojos vagando por la decoración de la habitación hasta sentarse en las orillas de la cama, con ChaeYoung observándole curiosa. Y hubo un momento de silencio donde la omega mayor se dedicó a hacer muecas en un intento de calmar sus nervios.

— Chae... ¿cómo supiste que querías estar con Mina unnie?

La aludida parpadeó varias veces, pensándolo antes de responder: — Ella te contó cómo nos conocimos, ¿verdad?

— En una carrera amistosa en el parque cerca de la escuela, lo recuerdo.

ChaeYoung asintió, sonriendo de pronto feliz al recordar: — Mientras agonizaba en el suelo intentando recuperar aire después de destruir su orgullo y dignidad al haberle ganado, me pareció linda — el sonrojo se espolvoreó por sus rechonchas mejillas, sus ojos empequeñeciéndose al haber sonreído de esa manera tierna que dejaba sus dientes cubiertos y dibujaba aquel coqueto hoyuelo a un costado —. Le dije "pensé que me ganarías, parecías una alfa digna, pero fuiste patética" y después la invité a salir.

— ¿Y ella aceptó después de que la insultaste?

ChaeYoung se rió, encogiéndose de hombros y abrazando la almohada con ternura. — Unnid se rió bonito y dijo que era encantadora, por eso aceptó salir conmigo. Nos conocimos mejor y nos volvimos amigas por mucho tiempo, ¿recuerdas ese tiempo?

JiHyo asintió, recordando perfectamente el tiempo en que fueron amigas, cuando Mina llegaba mucho más feliz y animada contándole lo bonita que era su hermana menor. Fue lindo, en realidad, ambas congeniaban de una manera increíble, y parecían dos cachorras inseparables. Donde estaba la omega, probablemente la alfa estaba cerca; era divertido, porque ChaeYoung discutía con Mina cuando se hastiaba de algunas cosas, y después cuando ambas se encontraban enojadas los pensamientos como "esa omega es demasiado, me dan ganas de ahorcarla" para pasar a "es que mírala, ¿verdad que es adorable sonriendo?"

Nadie se sorprendió cuando tiempo más tarde, anunciaron su relación.

— Me sentía bien con ella, ¿sabes? Se sentía cálida y agradable, su aroma me parecía adictivo y solo quería esconderme en su cuello por horas para envolverme en él y se quedase impregnado en mí. Me gustaba la manera en que me trataba, en cómo parecía enojarse conmigo pero sus ojos no lo hacían, ¿sabes cómo me miraba?

— ¿Cómo?

— Mientras hablaba rápido al estar enojada, sus ojos me miraban como si fuese su mundo entero. Y ese sentimiento me gustó — pare ese entonces, ChaeYoung ya se encontraba acostada de lado en la cama, JiHyo mirándole todavía sentada, escuchando sus suspiros profundos —. Me di cuenta que me gustaba porque mi corazón reaccionaba cuando ella estaba cerca, porque no podía dejar de sentirme cómoda a su lado, porque mi omega creía que era el lugar correcto. Su aroma, sus ojos, su sonrisa, incluso su extraña risa y sus hábitos todavía más raros, todo eso se sentía como el lugar donde pertenecía.

JiHyo volteó su rostro, escuchando su corazón latir fuerte ante la última frase, escuchando sus palabras con verdadero interés.

— Así que un día, mientras ella se recuperaba al haber perdido en la máquina de baile en el arcade, la besé y le pedí ahí mismo que fuera mi alfa, porque yo quería ser su omega. Porque si mi lobo también lo anhelaba, entonces quería intentarlo... y fue la mejor decisión que pude haber tomado.

Después de terminar de contar, JiHyo arrugó la nariz al sentir en el aire el aroma empalagoso que ChaeYoung había estado dejando salir durante toda la historia. El olor a fresas se intensificó hasta convertirse en una fragancia potente llena de felicidad y añoranza, el cual llegó hasta agobiarla. Pero no dijo nada, porque fue igual como con DaHyun aquella vez en la biblioteca, su hermanita irradiaba alegría, sus ojos destellaban de una manera bonita y su sonrisa era sincera, por lo que no podía decir algo malo acerca de ello. En cambio, se mantuvo en silencio procesando la información, pensando con seriedad si podría ser de ayuda.

— Sé que preguntas porque no sabes qué hacer con tus alfas — ChaeYoung volvió a hablar, esa vez con cautela, gateando para acostarse boja abajo y sostener su rostro entre sus manos a su lado —, estás confundida, ¿verdad? ¿Cómo te sientes alrededor de ellas?

— Cálida... — cubrió su rostro con sus manos, sintiéndolo arder un poco — se siente bien, mi lobo se siente cómodo.

— ¿Con ambas?

Asintiendo, JiHyo murmuró: — Les gusta ambas. Quiere su atención, quiere sus mimos, quiere estar impregnado de sus aromas.

— ¿Pero a ti?

¿Honestamente? JiHyo también lo quería, de alguna manera, quería que funcionara porque no había manera en que lo hicieran elegir. Porque eso sería cruel, tanto para ellas como para sí misma. Entonces, ¿por qué se complicaba tanto? ¿Por qué no podía decírselos? Porque sencillamente era difícil, una relación de más de dos personas era un problema en cualquier situación.

— Yo... yo también lo quiero — terminó murmurando muy bajito, tanto que pareció no escucharse a sí misma. Pero ChaeYoung sí lo hizo, porque sonrió contenta y emocionada, porque se rió de la tierna manera en que su hermana mayor enrojecía hasta las orejas.

Y el omega de JiHyo se retorcía impaciente por aclarar las cosas con sus alfas.

Y el omega de JiHyo se retorcía impaciente por aclarar las cosas con sus alfas

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𝑪𝒂𝒑𝒑𝒖𝒄𝒄𝒊𝒏𝒐 𝑪𝒂𝒏𝒅𝒚 (𝟑𝑴𝒊𝒙 𝑻𝒘𝒊𝒄𝒆)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora