Aire frío volando por el ambiente, una delicada luz de sol que se asomaba anunciando el amanecer.
Aire frío volando por el ambiente, una delicada luz de sol que se esconde, anunciando....¿Que anuncia?
--Corre--se escucho en un suspiro, de un callejón penumbroso, mientras el sol bajaba revuelto, por el mismo camino que hace solo segundos había salido.
--...pero-- una voz titubeante se instalo, intentando mantener el tono controlado, mas allá de la agitada respiración y sollozos amenazantes con hacer presencia. Ya la consciencia se dividía en si sentir pesar por el estado en el que se encontraban o miedo por el que se podían encontrar en breves.
--¡corre!--La voz mas resonante, evidentemente fuera de quicio, intentaba a estas alturas echarla...necesitaba que se fuese, lejos.
Y mientras aquella discusión amenazaba con seguir mucho tiempo mas, zapatos de vestir hicieron eco por los oscuros alrededores.
--No te voy a perdonar nunca si no te vas ahora--
con lagrimas en los ojos pero coraje en las pupilas, la castaña apretó el reloj en sus manos y corrió, girando en su lugar al sentir el destello que irradiaba aquella prenda, sin detener su paso.
--Yo no me perdonaría no salvarte a ti-- Y simplemente lo lanzo, lanzo aquel reloj hacia la pelinegra, quien ahogo su grito de frustración mientras desaparecía en medio de una luz enceguecedora.
--¡Malditacea!--quebro su voz, casi tanto como el cristal de aquel reloj que parecía titilar hasta agotar completamente su energía. En un lugar donde no sabemos donde y un tiempo donde no sabemos cuando, pero sabiendo simplemente que su compañera se había quedado allí, sin ella."Tragedia juvenil, cuerpo rescatado en la mañana del 96"
Joven de aparentes 18 años, víctima resiente...sin registros de identidad.
Sin causa de muerte aparente.
Talvez con esas tres líneas sensacionalistas de un periódico viejo, que para ti fue tu ayer, se puede romper un corazón en mil pedazos y reunir cada uno de ellos como cristales, para arreglar lo que nunca debió pasar...arreglar ese reloj.