Babysitter.

Capítulo 4.

-Habían pasado algunos días. Mateo estaba en la guardería de aquel programa, Iván estaba trabajando, y Rodrigo miraba a Iván con atención.-

ㅡ¿Qué tengo?

ㅡ¿Uh?

ㅡ¿Qué tengo? es que me estas mirando mucho.

ㅡEse traje le queda bien.-Susurro mientras tomaba su teléfono dejando de prestar atención a Iván.-

ㅡ¿Me estás coqueteando?

ㅡ¿Eh? ¡no! solo, le queda bien el traje.

ㅡ¿Y por qué me mirabas?

ㅡ¿Por qué usted vino a trabajar a mi habitación si tiene oficina?

ㅡCreí que así no te sentirías solo.-Apagó su laptop.-Vos también estas lindo, Rodrigo, ¿tenes novio?

ㅡNo, no me gustan los chicos. Tuve novia, me duro muy poco tiempo pero bueno.

ㅡAh, no te gustan los chicos... Creí que si, lo siento.

ㅡBueno, no me gustan los chicos porque nunca he estado con uno.

ㅡDeberías probar.

ㅡ¿A usted le gustan los chicos?

ㅡSi, me gustan, pero los chicos no gustan de mi.

ㅡ¿Por? si es re lindo, es buena gente y encima fuerte, si me gustaran los chicos, me gustaría usted.

ㅡCuándo te gusten llámame.-Dijo en voz baja.-

ㅡMmh...-Aparto la mirada muy avergonzado.-

ㅡEh... ¿Qué estará haciendo Mateo ahora?

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-Mateo estaba en el patio de la guardería jugando solo, los niños se acercaban seguido a él, llamaba mucho la atención de todos aún siendo el más callado y tímido, pero quería jugar solo. Se metió a la casita de plástico, siendo seguido por uno de los niños llamado Emilio.-

-Emilio era un niño de brasil, moreno, un poco alto para su edad, de cabello castaño claro, un poco ondulado y no tan corto, sus ojos eras verdes, era un niño bastante atractivo. Mateo era blanco como la leche, de cabello de rulos negro igual al de Iván, sus ojos eran gris azulado y era bajito, también muy atractivo, las niñas de la guardería lo amaban y querían estar con él, pero el no quería estar con nadie.-

ㅡHaceme caso Mateo.

ㅡTe estoy diciendo que me dejes solo, no quiero jugar con vos.

ㅡ¿Por qué? si yo solo quiero ser tu amigo...

ㅡPero cuando dijeron niñas rosa y niños azul vos te burlaste de que yo haya elegido rosa...

ㅡLo siento, ¿me perdonas Mateo? por favor.

ㅡEsta bien, te perdono si ya me dejas tranquilo.

ㅡDejame jugar con vos, por favor...

ㅡJugar... ¿A qué?

ㅡVamos al sube y baja, por favor, por favor.

ㅡMm... Bueno, y ya no me jodes más.-Se fueron hacia el sube y baja comenzando a jugar solos.-

-Los niños los miraron raro. Era extraño que Mateo jugará con alguien así que los niños se sorprendieron.-

ㅡ¿Cuántos años tenes Mateo?