Babysitter.

Capítulo 9.

-El juicio había comenzando hace ya una hora. Rodrigo estaba muy nervioso mientras hacia su declaración, apretaba sus puños con cada palabra que pronunciaba, no quería seguir allí, y menos mientras sus agresores lo miraban con odio.-

ㅡE-Entonces... Me agarraron entre Santiago y Martín... Fabián me empezó a golpear y cuando se aburrieron de hacer solo eso... Me quitaron casi toda la ropa y se bajaron los pantalones...-Bajó la mirada soltando algunas lágrimas.-

ㅡ¿Ellos abusaron de vos...?

ㅡMe hicieron besarles el miembro a cada uno para después seguir golpeandome y humillandome....

ㅡEso también se considera abuso.

ㅡ¡Es mentira eso, nosotros no le hicimos nada de eso!

ㅡ¡Orden!

ㅡ¡Mentiroso sos vos, primero me golpean y me humillan para luego encima venir a tratarme de mentiroso a mi, son unos idiotas cobardes!

ㅡ¡Orden en la corte!

-Rodrigo comenzó a llorar con desesperación, volvió a su lugar y abrazo a Iván con fuerza.-

-El abogado del castaño hablo por él, porque el castaño ya no podía más. No lo habían violado, pero si hubiesen tenido tiempo para hacerlo, lo hubiesen hecho, a Rodrigo le afecto mucho esa manera de humillarlo, pero agradecía no haber tenido que soportar otra cosa.-

-El juicio acabo, la sentencia se determinó. Por abuso sexual, discriminación, intento de homicidio y algunas otras cosas, casi 30 años de cárcel para Fabián y Santiago, mientras que para Martín fueron solo 25 años al ser el que menos participó en esto. Resulto que habían cámaras en ese callejón, pues era barrio privado, y se encontró todo lo que habían hecho, Martin decía que lo soltaran, pero aún así participó, merecía más tiempo en prisión.-

...

ㅡYa esta, se acabo... Tranquilo, se van a pudrir en la cárcel.-Acarició su espalda.-

ㅡCuándo salgan me van a matar...

ㅡNo, no van a lograr salir, van a morir antes.-Tomó su mano.-Nunca más voy a dejarte ir, nunca más dejaré que te dañen.

ㅡVamos a casa, extraño a Mateo.

ㅡ¿Y no vas a ver a tus papás?

ㅡNo, ellos no saben nada de esto, y no quiero que sepan...

ㅡBien... Vamos, no les diré nada.-Beso sus labios repetidas veces.-Ahora si te puedo mimar bien.

ㅡCuándo lleguemos a casa no nos podemos besar, a menos de que estemos solos, así Mateo no lo ve.

ㅡSon solo besos Ro, si lo puede ver...

ㅡNo, podría volverse gay...

ㅡ¿Y eso esta mal? no esta mal, si se vuelve gay lo apoyare en todo, si es hetero o bisexual, es mi hijo... Que esos estúpidos no te hagan creer que esta mal amar, por algo ellos están tras las rejas y vos estas aquí conmigo, porque ellos son los malos, vos no.

ㅡMmh... Bien... Lo siento, aún no lo asimiló bien, se que digo cosas sin pensar y lo ofendo a usted, pero es porque estoy siendo duro conmigo mismo, lo siento.

ㅡLo entiendo, yo fui igual.-Comenzó a conducir.-En la casa nos podemos dar besitos pequeños si esta Mateo, si no esta... Nos damos otros besos.

ㅡ¿Otros besos? solo nos hemos dado piquitos, no otros besos.

ㅡPero tenemos que probar con otros besos, los piquitos son muy infantiles.

ㅡUhm... Tiene un poco de razón, solo un poco.

ㅡLos adultos nos besamos de otras formas, vos y yo somos adultos, ya debemos besarnos en serio.

ㅡQue no... Y cuando lleguemos a casa dormiré todo el día, porque me duele todo.

ㅡTe aprovechas de que ya no trabajas para mi.

ㅡExacto.-Rió en voz baja mientras lo miraba de reojo. Le seguía gustando Iván.-

-Rodrigo se dio un pequeño golpe en la mejilla haciéndose daño, el lo hizo suave pero le dolía todo. Se golpeó para despertarse un poco, ¿qué mierda te pasa Rodrigo? vos no sos así, tenes que odiarlo.-

ㅡ¿Qué paso, por qué te golpeaste?

ㅡPensé que tenia un bicho.

ㅡMmh, bueno... Te prepare un postrecito, y Mateo me ayudo a hacerlo.

ㅡSeguro esta muy rico entonces, Mateo es un super chef.

ㅡ¿Y yo?

ㅡUsted... Si, usted también.

...

ㅡ¡Es Ro, es Ro!

ㅡ¡Si, soy Ro!-Para, ¿desde cuando me llama así?-

ㅡ¡Te extrañe mucho!-Lo abrazo con fuerza.-Papi me contó que te fuiste de viaje, ¿por qué no nos llevaste?

ㅡLo siento pequeñito, no los pude llevar porque... Porque en el avión no pasaban más personas, por eso.

ㅡBueno... Pero no lo vuelvas a hacer, porque papi lloro todos los días, ¿cierto papi?

ㅡ¿Eh? no, nada que ver...-Suspiro.-Matu, te dije que es secreto.-Susurro.-

ㅡBueno, yo también llore por vos y por tu papi, los extrañe mucho.

ㅡ¿Me trajiste un regalito de tu viaje?

ㅡEh...

ㅡLo siento bebé, pero Rodrigo no pudo traer nada porque en ese país al que fue, no le permitían comprar ni una sola cosita.

ㅡWaa, que país más aburrido, ¿vamos a jugar papi Ro?

ㅡClaro que si.-Lo trato de cargar, pero no tenia mucha fuerza. Beso su mejilla para luego tomar su mano e ir con él a jugar.-

ㅡJueguen con tranquilidad, sobre todo vos Rodrigo. Matu, trata de hacer que Ro no haga movimientos bruscos, ¿lo entendés? como cuando cuidas a tus muñecas.

ㅡ¡Si papi!

ㅡGracias mi niño.

...

ㅡY por mientras me quede con el tío Nico.

ㅡ¿Y ese, quién es?

ㅡEs un amigo de papi, muy amigo.

ㅡ¿Muy amigo?

ㅡSi.

ㅡAh... Bueno, nunca más me voy a ir entonces.-Tomó una muñeca siguiendo con el juego que tenían.-

ㅡHola esposa del intendente, ¿quiere usted una tacita de café?

ㅡUhm, seria todo un honor recibir su tacita de café, pero lamentablemente tengo dolor de panza.

ㅡEntonces le ofrezco esta agüita de hierva que curará su dolor de pancita.

ㅡOh, muchas gracias señorita Marta.-Fingió qué la muñeca tomaba su agua de hierva.-Mateo, ¿alguien más estuvo aquí mientras yo no estaba?

ㅡUh, si, una mujer vestida de azul.

-Automaticamente la imagen de una mujer con una mini falda azul llego a la cabeza de Rodrigo, cuando en realidad Mateo se refería a una policía.-

ㅡBueno... ¿Me das otra agüita?

ㅡ¡Si señorita María!