Capítulo O2: El puente

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Capítulo 2: El puente

???, 1998 (HACE CINCO AÑOS)

Harry había pensado previamente que estaba muerto. O, tal vez como un zombie. Sin embargo, ahora estaba dolorosamente claro que estaba vivo... a menos que los muertos también pudieran morir de hambre.

Lo único que había comido en aproximadamente una semana y media era una manzana.

Eventualmente colapsaré y moriré, pensó aturdido, estrellándose contra la maleza del extraño bosque en el que se encontraba perdido. Al menos hay mucho para beber. Cada diez pasos hay  un arroyo.

Había tantos rastros de agua entrecruzando el paisaje que Harry había estado seguro de que se encontraría con vegetación comestible en algún momento. Hasta el momento, no había reconocido ninguna de las plantas, y las pocas que se había arriesgado a comer le habían hecho vomitar.

Tropezó en un claro por la raíz de un árbol elevado y cayó sobre sus manos y rodillas. Después de unos momentos de mareo, miró hacia arriba.

—¡Una casa!—respiró, eufórico.—¡Una casa! ¡Al fin!

Bueno... una choza. Pero aún así, era claramente una vivienda muy querida. Alguien había lavado la ropa, encendido una fogata y colgado una gran parrilla de costillas para que se secaran en el humo.

Carne.

Harry se levantó tembloroso y llamó a los bosques en sombras que lo rodeaban.—¿Hola? ¿Hay alguien aquí?

Sin respuesta.

Se acercó a la choza, hambriento pero cauteloso.

Las últimas viviendas con las que se había topado estaban cerradas con llave. Era como si la gente a dentro, o las bestias o lo que sea, Harry ni siquiera había visto la cara de nadie, hubieran recibido una advertencia de que estaría de paso. En el último, Harry había golpeado la puerta durante casi una hora, pidiendo un trozo de pan, un huevo, cualquier cosa.

—¡Vete!—una voz gorjeante finalmente había respondido—¡VETE! ¡La mujer lobo dijo que nos mataría si te ayudábamos!

Eventualmente, se dio la vuelta, adentrándose más en el bosque.

Nunca había conocido a esta mujer lobo, pero si alguna vez lo hacía... no estaba seguro de lo que haría. Él nunca había matado a nadie, no intencionalmente, pero en ese momento en particular habría hecho una excepción con ella.

Y ahora, otra choza. Otra oportunidad para encontrar refugio y comida.

—¿Hola?—llamó Harry débilmente.—¿Hay alguien en casa?

Nadie respondió.

Harry se acercó sigilosamente, con las manos temblando. Tal vez, tal vez podría simplemente tomar la carne y correr. Si pudiera mantener la carne alejada de los animales salvajes, podría comer durante una semana.

Pero espera, eso era robar.

¿Era qué? No podía recordar nada.

—Solo voy... solo voy a tomar un poco de esta carne—dijo en voz alta, tambaleándose inestablemente.—Solo un poco.

Extendió una mano temblorosa hacia las fragrantes costillas...

¡BAM!

La cabeza de Harry se estrelló contra el suelo cuando fue lanzado por los aires, suspendido por una cuerda.

Sus ojos se humedecieron, su visión se nubló cuando sus gafas cayeron de su rostro al suave suelo del bosque.

—No—gimió, agachándose para agarrarlos, sintiéndose estúpido y lento.—No, necesito eso, necesito mis gafas.

Harry Potter y la era de los brujos [harry p. x neville l.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora