Cap. 3

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Todo es blanco, gris y azul marino. El suelo es gris humo y las paredes son de un blanco nuclear. El blanco de las paredes esta tan limpio, es tan puro que te duelen los ojos al mirarlo. Nunca había visto nada igual.

En medio de esta gran planta hay una escultura. La marca de los gobernadores. Un triángulo partido por la mitad con otro igual pero hacia abajo.

- Buenos días, me llamo Jane y seré vuestra acompañante en el tren, de camino a La Isla. -nos dice esta mujer con un tono demasiado serio.

Va vestida con un vestido azul celeste con unos zapatos de tacón de abuja negruzcos.

- Seguidme -continua diciendo antes de que se gire.

Todo el mundo la sigue por un pasillo perfectamente iluminado, con las paredes blancas también, al igual que el suelo, que ahora ha cambiado. Al final del pasillo hay unas puertas de acero. Están cerradas y parecen demasiado pesadas como para abrirlas con fuerza humana.

- Detrás de esta puerta hay un ascensor que nos conducirá a un andén. Donde allí cogeremos el tren, siendo vuestro hogar durante una noche y a la mañana del día continuo. Por el amanecer ya estaremos en La Isla, donde allí os dejare con otros tutores. - nos dice la mujer bien alto para que se pueda oír por encima del murmuro de la gente.

Seguidamente, las puertas se abren y desembocan en un agujero negro, con muy poca iluminación. Entramos todos a la vez y Teth, por precaución me vuelve a coger de la mano y me lleva a un rincón detrás de todo del ascensor.

Se cierran las puertas y yo me aferro al brazo de Teth por acto reflejo en cunado el ascensor empieza a descender. De golpe sale una mujer proyectada en una pantalla gigantesca, que nos dice:

- Aprendices, soy la gobernante Alrow y estoy aquí para deciros lo que pasara con vosotros después de que subáis a ese tren -nos dice la gobernante mayor.

La presidenta continúa con su explicación:

- Ahora mismo subiréis a ese tren donde pasareis las últimas horas del día, cenareis y pasareis la noche. El tren abra llegado a su destino a las ocho y media en punto de la mañana. Allí seréis recibidos por vuestros preceptores -prosigue.

El ascensor para de golpe y las puertas metálicas se abren. Entonces se ve a la izquierda una entrada trasera de un tren, suponiendo que será por donde entraremos en breve.

Teth y yo vamos pegados el uno al otro. No conocemos nada de aquí, y eso nos aterra.

Nos desplazamos hacia la derecha, detrás de Jane.

- Poneros en fila india, uno detrás de otro, a poder ser chico y chica, gracias. - nos dice ella.

Hacemos lo que nos dice. Todos nos ponemos unos detrás de otros, Teth se pone detrás de mí. Un chico de pelo marrón caramelo, con unos hombros y una espalda voluminosa se ha puesto delante de mí y lo ha echado.

- Teth, no me pierdas por favor - le susurro a mi amigo para que nadie oiga nada.

Por lo que mi vista alcanza desde mi puesto en la fila, Jane va dictando algo a los jóvenes que pasan por delante de ella y después del dictamen, se van directos al tren.

Por fuera es de un color plateado, con unos ventanales negros, incapaces de dejar ver nada desde la parte exterior.

Minutos después mi turno llega y la mujer se acerca a mí y me dice

- Me dirás tu nombre y apellido, después te dictare un numero e iras directa hacia el tren, ¿lo has entendido? - me dice ella con voz de pocos amigos.

Asiento con la cabeza y me la quedo mirando durante unos instantes, tiene los ojos negros, con unas pestañas largas. Se le nota que es joven, no tendrá más de treinta años. El pelo lo tiene rubio y lo tiene recogido en un moño en lo bajo de la cabeza.

La mujer me da un pequeño codazo para hacerme salir de mi ensimismamiento.

- Si, perdón. Mi nombre es Liliana Forbs - le digo a la mujer.

- 2-31, ya puedes proseguir - me dicta Jane.

Me giro hacia el tren y avanzo hacia delante. La puerta del tren es amplia y dentro puedo ver como la pared es roja con un pequeño sofá en la pared, de color beis a juego con cojines marrón chocolate. Me arrincono en una esquina y espero a Teth.

H.O.P.EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora