࣪˖ ° Agresivo intento de amar •• Bakukami violentómetro.

10. Iɴᴛɪᴍɪᴅᴀʀ - Aᴍᴇɴᴀᴢᴀʀ.

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Kaminari había quedado medio tristón desde el problema del día anterior, solo se dedicaba a quedarse sentado en el sofá mirando a la nada, ya ni siquiera su programa favorito le importaba.

Pronto, sintió el peso de su pareja a su lado, cosa que lo hizo ponerse nervioso.

― Oye, escúchame. ― Dijo el oji rubí, posando su mano en una pierna del contrario. ― El comportamiento que tuviste ayer no fue nada tolerante, ¡me hiciste pasar vergüenza en frente de todos esos desconocidos!

Ah, entonces, solo el pasó vergüenza.
Pensó el rubio brillante, antes de mirar a su "amado" fijamente y claramente mostrando su enojo.

― ¿Tú solo? ¿¡tú solo la pasaste!? ¿¡qué se te dió en la cabeza al empujarme así!? ― Este solo consiguió enfurecer más, su mirada ya no era esa hermosa que tanto enamoró al mayor en sus tiempos de casi algo. ― Oye, Katsuki, siento que deberíamos dejar todo esto aquí.

Había dicho eso con firmeza, y Bakugo solo lo vió de forma indiferente, apretó con tanta fuerza la pierna del contrario.
De una de las mesitas que decoraban la sala, sacó del cajón una navaja que tenían siempre allí por si acaso.

Claro, la abrió y la dirigió hacia el cuello de su querido noviesito.

― Entonces... ¿es lo que realmente sientes? ¿toda esta mierda que pasamos te hace pensar así repentinamente? ― El mayor sonrió de oreja a oreja, viéndose amenazante a su semblante dulce. ― Pues, lindo, si quieres dejarme hazlo, nada garantiza tu vida después de ello~.

Por otro lado, Kaminari, que había quedado aterrado por tales acciones de la persona a su lado. Sus ojos llorosos, su pierna le dolía, y el filo de aquella navaja que pronto terminaría haciendo un lío.

― A-ah, Katsuki, esto debe ser una broma–...

― ¿Qué carajo puede ser una broma para tí? ― Ladeaba la cabeza, esperando respuestas de su pareja, que solo podía respirar agitado...

Al oji ámbar solo llevó su mano a la del otro, intentando así alejar la hoja filosa.

― N-no, no te dejaré. No terminaremos, Kats...

Esto hizo que el mayor de los dos dejara por fin en paz al chico, acercando su cara para así unir sus labios con la frente de Denki.

― Eso es. Igualmente sabes que solo yo puedo estar a tu lado, no sé qué harías sin mí.

Con esto, Bakugo se levantó, dejando solo nuevamente al muchacho, que solo se abrazó a si mismo haciéndose bolita en el sillón.

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Holiii, me extrañaron lo sé–.

kakdqk no tengo nada más que decir así que, hasta la próxima. ⭐