Capítulo 12: Inminente desastre (Parte 1)

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Hiro se despertó con dificultad apenas los rayos del sol le anunciaron que era un nuevo día. Desayunó con Karmi en silencio, tocando apenas los pancakes que ella le había proporcionado.

Miraba con tristeza el plato y la taza llena de café humeante. La tocaba con anhelo, imaginando que aquella mano traviesa se colocaba encima de la suya. La visión de aquel hombre que tanto amaba llegaba, se colocaba detrás de él, sonreía mientras le dejaba un beso detrás de la oreja y le decía con esa melodiosa voz:

"Buenos días, mi amor"

Quiso sonreír. El dolor y la culpa no le permitieron hacerlo. La melancolía lo embargaba, la tristeza lo iba consumiendo y la duda le provocaba pensamientos que no quería tener.

—Luces incómodo—le expresó Karmi mientras lo miraba con el alma dolida.

—No es por ti... Es solo mi mente. Me siento muy mal...

— ¿Quieres hablar?—Karmi colocó su silla más adelante para escucharlo.

—Ayer estaba muy molesto y triste, hoy solo me siento culpable... Fui por muchos años a terapia, para regular mi vida, mis emociones y enfocarme en aquello que realmente me importa. ¿Todo eso para perder el control cuando menos lo esperaba?

—Era normal. Yo le hubiera pegado desde el primer momento y antes de que abriera la boca.

Hiro suspiró, aunque eso no lo hacía sentir mejor.

—No debí de golpearlo. Al menos no tan fuerte...

—Hiro, vamos... No por este momento que tienes significa que regresaste a tus viejas costumbres de aventarles un borrador a tus alumnos cuando platicaban.

—Yo era un terrible profesor, ¿no es cierto?

—Sí, pero ese Hiro ha cambiado y ahora eres una mejor persona. No puedo decir lo mismo de Camilo.

Hiro se sujetó la cabeza con consternación. Una que otra lágrima empezaba a formarse en sus ojos debido a ese sentimiento. No entendía muchas cosas y necesitaba una explicación ya.

—Parece que me estoy volviendo loco. Solo pensar en que Miguel...

—No pasará lo que piensas—Karmi se apresuró a interrumpirlo. Su lógica sabía qué tipo de pensamientos le resultaban mal a Hiro. Como siempre, su amigo apeló a responder de forma sarcástica.

—No podemos predecir el futuro a menos que sea con un modelo predictivo, Karmi. Y no tengo datos suficientes para eso.

—Entonces ¿Qué quieres hacer?—Karmi estaba preocupada. Nunca había visto a su amigo tan afligido ni pensativo. Era raro que estuviera así pero no podía exigirle menos ante una situación tan incómoda.

—No quiero hacer nada...—Le confesó el chico—Lo que te dije ayer...

—Lo recuerdo.

Y cómo no lo iba a recordar. Después de dejar a Andrew en su casa, Hiro se agitó como nunca. Hablaba con tanta rabia contenida que hasta ella estuvo a punto de acelerar e ir a buscar a ese desgraciado.

—Después de insultarme de todas las maneras que encontró en ese momento, se atrevió a calumniarme.

—"¿Calumniar?"

—"Insinuó que uno de mis alumnos era mi amante".

—"¿Qué mierda tiene en la cabeza?"

—"No tengo la culpa de sus delirios... Pero eso no me angustia, Karmi".

—"¿Qué tienes?

—"Dijo que Miguel era su ex novio, que me fue infiel y que todavía sentía algo por él. Vamos, sé que eso no es cierto del todo".

Recuerdos del primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora