Capítulo 4: Un camino escabroso

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Tras la reunión del capítulo anterior, Mario, Bowser y Yoshi decidieron ir al Castillo de Bowser, había una ruta fácil, volando en la aeronave de Bowser, pero, el rey Koopa ya había dicho los inconvenientes de ese plan, así que..... Decidieron ir a la antigua usanza, por eso Mario estaba en una de las tantas tiendas de Ciudad Toad, comprando provisiones para el largo viaje que les esperaba, Luigi ya estaba de camino al Hotel Gritz en el autobús real, pero ellos no habían dado un paso, mientras pensaba esto el Toad de la tienda le dió la factura.

Toad tendero: Bien, con eso son 10 Champiñones, 5 Flores de Hielo, 4 Hojas Tanooki y 3 Flores Bumerán, vale con esto son una 10000 monedas.

Mario: Vale*El fontanero saca su cartera y paga al Toad con varias monedas de valor 1000* Muchas gracias*Guardando la bolsa de objetos en su peto*

Toad tendero; Ten un buen día Mario, si necesitas más provisiones, hay tiendas en cada enclave poblado, así que no tendrás problemas en encontrarlas.

Mario: Lo tendré en cuenta, ciao.

El fontanero se despidió levantando la gorra y salió de la tienda, fuera se encontraban Yoshi y Bowser, hablando mientras se aseguraban que no eran vigilados por ojos enemigos, quién sabe si Gracovitz tendría espías en Ciudad Toad, de hecho, hablaban al contrario de sus planes, para despistar.

Yoshi:¿Has preparado bien tu aeronave?El viaje es largo.

Bowser: Jua ja ja, por supuesto dinosaurio, Gracovitz no sabrá desde dónde lo golpean, ¡Vamos a entrar por la puerta grande!

Yoshi: No hables tan alto, que nos pueden oír.

Bowser:¡Pues que nos oiga!¡VOY A BOWSERIZAR A GRACOVITZ DE TAL FORMA QUE IRÁ LLORANDO A SU MAMÁ, SI ES QUE TIENE!

En ese momento, salió Mario, guardando bien en su peto los objetivos que había comprado.

Mario: Bien chicos, vámonos.

Yoshi: Entendido.

Bowser: Vamos Mario, mi hijo y mi castillo esperan.

Y los tres se encaminaron a la salida de Ciudad Toad, tras salir de allí, se encontraron en las praderas de las Colinas Champiñón (no confundir con el circuito).

Allí, mientras caminaban, Mario inspiró hondo, la brisa primaveral le acariciaba el bigote, fuese cual fuese la situación, la paz de esas colinas siempre lo ponían de buen humor, acompañado por Yoshi y Bowser, se sentía optimista frente a su actual situación, si, tenían que detener por segunda vez a Dimentio por tercera vez a Gracovitz y vete tú a saber cuántos más enemigos volverán en busca de una revancha, pero hey, lo acompañaba Yoshi, que siempre había sido un gran amigo y Bowser que tenía experiencia en acabar con Gracovitz, además de a su hermano Luigi, la princesa Peach y todos los demás, Yoshi notó la sonrisa del fontanero.

Yoshi:¿Estás bien Mario?

Mario: Sí Yoshi, es que..... Si te soy sincero, hacia tiempo que necesitaba una aventura....

Bowser:¿Aún le das vueltas a lo que pasó en la Luna?

Mario: Un poco....

Bowser: Me encantaría darte consejo sobre eso.

Yoshi: Tú no eres el más indicado para dar consejos en el amor Bowser.

Bowser: Y me lo dice el que huye de la que le gusta.

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