Un matrimonio amoroso, una familia feliz.
Amarse, respetarse y no ocultarse nada fueron algunas de las promesas que se profesaron mirándose a los ojos.
Se supone que entre ellos no debe haber secretos... ¿Verdad?
YiZhan (Wang Yibo x Xiao Zhan)
Conte...
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La mañana del lunes fue un tanto tensa, ahora prácticamente Yibo podía sentir la furia de su esposo hacia él, sin embargo este no le dejaba acercarse, Yibo tendría que terminar con ello de una vez por todas ese mismo día.
- Zhan. - Llamó mientras el otro preparaba el desayuno de los niños, los más pequeños estaban ajenos a los asuntos de los adultos, no habían notado demasiado la tensión entre sus padres, sin embargo Lianbo comenzó a sentirse un poco ansiosa, pero desde su lugar trataba de fingir no darse cuenta de nada.
- ¿Qué? - Intentó no sonar tan frío, fallando en el intento, sin embargo rápidamente le sonrió a la más pequeña de sus hijas mientras cortaba la comida para ella.
- Hoy trataré de llegar temprano... tenemos que hablar. - Le dijo suavemente a su marido quien dejó de cortar la comida a Zhanyi para mirarlo duramente.
- Si, tenemos que hacerlo. - Volvió su vista al platito amarillo de su hija, había vuelto a mirar aquella marca roja en el cuello de su esposo. Eso solo lo enfureció e hirió aún, nunca creyó posible una infidelidad hasta ahora.
Pero aquella marca no era ninguna picadura de insecto o alguna manchita por irritación, era la marca que su hija menor le hizo al pellizcarlo cuando estaban ansidos por jugar con él, pero realmente parecía una marca de besos, como los tantos que Yibo solía dejarle en sus muslos y vientre a su esposo, a un costado de la cicatriz que Zhan siempre odió pero comenzó a aceptar cuando su esposo la besaba una y otra vez con cariño, después de todo aquella cicatriz fue hecha al traer al mundo a sus tres bendiciones.
Yibo quería disculparse y decirle a Zhan parte de aquello que trataba de ocultar a su familia, Lianbo parecía estar más enterada así que había estado temeroso que esta pudiera decirle algo a Zhan sobre lo que lo aquejaba, así que era mejor si trataba de explicar aunque no quería ahondar en detalles, Zhan no tenía porqué saber todo con detalle.
Además Haikuan también le había aconsejado más de una vez confesar a Zhan sobre ese asunto. Lo haría pero a medias, al menos por ahora. Sabía que Zhan no era tonto y seguía muy molesto por su comportamiento, sobretodo aquel viernes en que llegó alcoholizado sin explicación alguna, pero él simplemente no había podido evitarlo, esperaba no volver a sentir tal debilidad nuevamente.
Wang Yibo salió de su casa sin haber desayunado, de todos modos Zhan no preparó nada para él y el castaño ni siquiera tenía hambre y ánimos para prepararse algo él mismo.
El doncel miró la puerta que acababa de ser cerrada, se negaba a sentirse mal por no preparar nada para su esposo pero no pudo evitar una punzada de culpa, a Yibo le encantaba todo lo que le preparaba. ¡No! El castaño no merecía comer su deliciosa comida, no después de haberlo plantado y llegado con aquella marca en su cuello.
Sus ojos se humedecieron al instante mientras picaba con fuerza la comida.
