Doce

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Capítulo 12.

- ¡Mi pobre bebé! - La mujer se lanzó al castaño para abrazarlo y llenarlo la cara de besos

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- ¡Mi pobre bebé! - La mujer se lanzó al castaño para abrazarlo y llenarlo la cara de besos.

- M-mamá... - Apenas dijo por la fuerza de su madre.

- Déjalo respirar, mujer.

- No, él necesita el abrazo de su madre. - Lo apretó más.

- Gr-gracias mamá... - Correspondió el abrazo, su madre era bajita y delgada pero al parecer todavía gozaba de mucha fuerza.

Se dejó abrazar y besar, el cariño maternal también era una dosis de dopamina, algo tenían las madres que hacía sentir el confort aunque tuvieses un mal día.

- Ya, suficiente de mimos, es hora de hablar de una solución. - Comentó el señor Wang luego de un par de minutos de mimos y consuelo de su esposa a su hijo.

- Bien... - Gruñó la señora Wang antes de soltarlo. - Ni porque es tu hijo te pones celoso.

- No estoy celoso. - Se defendió el hombre pero su esposa le dio una mirada incrédula.

- ... - Yibo solo guardó silencio mientras se recomponía su ropa.
El señor Wang suspiró y le habló a su único hijo un poco serio después de haberlo escuchado con atención.

- ¿Por qué no nos comentaste nada, Yibo? - El menor tragó duro antes de mirarlo y responder retomando la postura de adulto fuerte nuevamente.

- No debía hacerlo, soy un adulto, un hombre de familia que debe hacerse cargo de sus problemas y su familia.

- ¡Pero somos tus padres! - Exclamó su madre.

- Entiendo como te sientes, es nuestro deber proveer y cuidar de nuestra familia como dominantes... pero también tu familia es nuestra, Zhan es como un hijo para nosotros y nuestros nietos, sabes que son nuestra adoración. - Yibo bajó la cabeza ante esto sintiéndose avergonzado. - Me duele que no nos hayas tenido la confianza para contarnos que tenías problemas laborales, incluso ¿tuviste que llegar solo hasta este punto en el que no tienes un solo yuan?

- Perdón. - Se sentía como cuando era un pequeño y hacía alguna travesura o como cuando lo regañaron duramente por embarazar a su doncelito.

Pero no importaba, él sólo había necesitado el apoyo de sus padres, en este momento finalmente había considerado contarles todo y pedirles ayuda económica. Era el ultimo recurso porque no iba a pedirle a los padres de Zhan dinero ni quería que su esposo lo hiciera.

- En parte entiendo porque te criamos así y quizá he sido demasiado duro en ese aspecto.

- Lo eres. - Respondió su esposa. - Te olvidas que los donceles y nosotras también podemos proveer y cuidar de nuestra familia, no somos seres inferiores, quizá los dominantes son más fuertes físicamente pero en mental y psicológicamente podemos ser incluso más fuertes. Mira a Vivi, el amigo de Zhan, está sacando adelante a su hijo él solo.

Promesas (YiZhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora