La esposa de los años 70s y su familia son villanos.

Capítulo 28

Era un verano abrasador y el sol abrasador brillaba sobre la tierra. Qiao Xin se apresuró a casa desde la sede del condado con una canasta sobre los hombros.

El negocio va bastante bien hoy, vendiendo sesenta cuerdas para el cabello por dos yuanes y cuarenta centavos.

Hacía demasiado calor este día. Vi a alguien vendiendo sandía en el mercado. Cuesta 50 centavos comprar una sandía. En este momento, la sandía es grande y redonda. Llévala a casa y enfríala.

No sé si Guodong ha encontrado un canal para sacar ladrillos. ¿regrese a casa?

Qiao Xin pensó en acelerar el paso para irse a casa.

Debajo del gran árbol en la cabecera de la aldea, Dongqin estaba jugando con Shuting, Laidi y Laibao debajo del árbol. Al ver a Qiao Xin regresar desde afuera, Dongqin corrió: "Madre, has vuelto"

. ¿Devolvió a su padre?"

Qiao Xin sacó cuatro dulces de la canasta, le entregó uno a Dongqin, saludó a Shuting y Laidi, y llamó a algunos niños.

Shuting vio que Qiao Xin le dio dulces a Dongqin y trotó: "Mamá, también como dulces",

el niño corrió rápido y la cara roja estaba cubierta de sudor.

Qiao Xin le dio los dulces: "Sí, hay ambos. Tú tienes uno, y Laibao y Laidi tienen uno".

En estos días, la segunda tía ayudaba a cuidar a los niños. Laidi y Laibao jugaban con los dos niños. Yo también a menudo le traen algunos bocadillos a Laidi Laibao, y la relación entre los dos se ha vuelto aún más estrecha.

Laidi fue muy sensata, tomó los dulces y agradeció a Qiao Xin, luego tomó la mano de Laibao y dijo: "Tía, vamos a casa primero". "Ve".

Laidi

Laibao se fue, y Qiao Xin también tomó a Los dos niños caminaron a casa.

"¿Ha regresado tu padre?"

Shuting tomó la mano de Qiao Xin: "No, el padre no ha regresado".

Dongqin estaba comiendo dulces en su boca, mirando la canasta de bambú en la mano de Qiao Xin: "Madre, hay un bebé en esta cesta. ¿Qué llevas puesto?

Es redondo y abultado, y está cubierto con una tela negra. Me pregunto qué será.

Todavía hay mucha gente en el pueblo sentada afuera. Las sandías grandes son una rareza. Una sandía cuesta entre 30 y 40 centavos en la comuna. Comer esta comida en el pueblo se considera un lujo.

Qiao Xin no tenía la intención de abrirlo afuera, sería malo para la gente del pueblo verlo.

Ella sonrió: "Compré comida deliciosa para ti, y la comeremos cuando tu padre regrese"

.

Hoy hace demasiado calor, es un buen momento para comer sandía.

Cuando Qiao Xin dijo esto, Dong Qin sintió aún más curiosidad por saber qué era y siguió a Qiao Xin hasta la casa, y no pudo evitar levantar la tela de la canasta.

Al ver la sandía, los ojos de Dong Qin se iluminaron: "Madre, es sandía".

Dong Qin había comido la sandía comprada por Zhang Guodong el año pasado, y todavía tenía recuerdos de sandía en su mente. Shuting era demasiado joven el año pasado para no recordar las sandías. Mirando las sandías verdes, Shuting levantó la cabeza: "Mamá, ¿la sandía es deliciosa?" Antes de que Qiao Xin respondiera, Dongqin estaba a un lado y dijo: "Delicioso, muy delicioso"