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"Yo me decidí cuando tú lo hiciste, hyung."

Eso había dicho su compañero de equipo. Era una frase sencilla y amable, en realidad bastante amistosa. ¿Entonces por qué Jongwoo sintió su corazón acelerarse tanto al escuchar esas palabras?

Logró pasar desapercibido con una sonrisa tímida, pero ya en la comodidad de su dormitorio compartido su cerebro no pudo evitar reproducir una y otra vez el momento, sintiendo su rostro calentarse al recordar al estadounidense. Jay había lucido muy casual diciendo ello, casi como si no se diese cuenta de lo lindo que sonaba. Muy probablemente ya le había dicho cosas así de amables a sus otros compañeros —iba a ignorar la punzada amarga en su corazón, ¿que le pasaba?—, así que no entendía el porqué lo había afectado tanto ese suave comentario.

Que va, solo ha sido un pequeño cumplido. Vamos Jongwoo, ¿qué tanto piensas en ello? se dijo a sí mismo, y volvió a intentar dormir. ¡Tenían que comenzar a ensayar, después de todo! Mañana se le pasaba todo y listo, de vuelta al ruedo.

O eso creyó, porque a la mañana siguiente durante los ensayos Jay siguió dandole cumplidos y palabras lindas, y él siguió poniéndose nervioso frente al chico. No era como si no hubiese recibido cumplidos antes, pero había algo en la forma en que el trainee lo miraba que lo ponía extremadamente inquieto, su corazón yendo más rápido de lo que debería. Aún así, se enfocó para lograr enseñarle a todo su equipo la coreografía, sintiéndose satisfecho con el avance que estaban logrando y los comentarios que recibía por su liderazgo.

Estaban en su momento de descanso, tres de sus compañeros conversando entre ellos mientras él estaba en una esquina revisando nuevamente la coreografía, cuando una botella de agua apareció frente a sus ojos, sorprendiéndolo.

—Toma hyung, deberías descansar un rato, ¿sabes? —Jay apareció en su campo de visión, sacudiendo la botella y sonriéndole con dulzura. Jongwoo solo atinó a agarrar la botella y murmurar un agradecimiento, devolviéndole la sonrisa al chico. Volvió a enfocarse en el vídeo, pero no le duró mucho tiempo la atención al sentir un par de ojos observarlo fijamente. Volvió a voltear hacía Jay, quien se mostró sorprendido y volteo rápidamente a mirar a otro lado, luciendo súbitamente nervioso.

—¿Pasó algo, Jay? —El trainee volvió a mirarlo, y Jongwoo juró que casi pierde el aliento al ver que las mejillas del chico estaban cubiertas no solo de pecas que no había notado antes, sino que también de un tenue color rojo.

—¡No, todo está bien! Es solo... —Jay le volvió a dar una sonrisa, lo que lo hizo ver mucho más tierno de lo que lo había visto antes. —¡Eres muy genial, hyung!

—Oh, ¿e-en serio? —La conversación siguió relativamente normal después de ellos, y volvieron a ensayar con todos, siguiendo con lo que tenían que hacer. Pero Jongwoo no podía dejar de pensar en Jay. Llevaban días viéndose y prácticamente viviendo juntos, pero no se había parado a realmente observar al chico. No es como si tuvieran demasiado tiempo para esas cosas con las grabaciones y ensayos que tenían, pero con el paso de los días se encontró a si mismo buscando con sus ojos al estadounidense, así como deseando su compañía.

Gracias a que estaban en el mismo equipo pudo interactuar más con el, y descubrió muchas cosas, como que Jay era bastante de contacto físico. El chico no perdía la oportunidad de abrazarlo, darle la mano o agarrarlo del brazo, algo que Jongwoo agradecía internamente. Descubrió que en realidad Jay era bastante encantador y lindo, algo que contrastaba bastante con la imagen cool que tenía de el tras su primera presentación.

Y eso le hacía sentir algo extraño en su interior, como si su corazón no estuviese quieto. Ya conocía ese sentimiento, pero no iba a reconocerlo. No cuando estaban en mitad de una competencia, cuando en cualquier momento tendrían que separarse, cuando podía pasar cualquier cosa. No era el mejor momento, además que ni si quiera estaba seguro de si Jay estaba consciente del efecto que tenía en el. Probablemente era así con todo el mundo, y fue ese pensamiento lo que llevo a Jongwoo a tratar de ocultar lo más posible lo que sentía.

Llego el día de la presentación y los nervios los llenaban a todos en el equipo. Aunque Jongwoo intentara no mostrarlo, estaba demasiado nervioso. Sentía demasiada presión, y todo intento de relajarse estaba fallando. Frunció el ceño cuando el pequeño hilo con el que estaba jugueteando se cayó al suelo, perdiendo nuevamente otra ayuda contra el estrés. Sintió una mano en su espalda y volteo a ver quien era, encontrándose a Jay con su outfit para la presentación, viéndose demasiado lindo para su propio bien. Las estilistas de verdad habían un buen trabajo vistiendo al estadounidense.

—¿Demasiado nervioso, hyung? —Jongwoo asintió, sintiendo que si hablaba iba a decir una tontería o se pondría a llorar del estrés —No te preocupes, hemos practicado mucho para hoy, ¡vamos a hacerlo genial! —Jongwoo iba a decir algo, pero sintió como la mano en su espalda temblaba ligeramente.

Y fue ahí que se dio cuenta que no solo el estaba nervioso. Se notaba que intentó camuflar su propio miedo, pero viéndolo bien Jay lucía bastante nervioso, su sonrisa luciendo poco estable y su cuerpo tembloroso.

A pesar de todo, intentó ayudarme a sentirme mejor... pensó Jongwoo, sintiendo una oleada de afecto por el chico. El también quería hacer algo por su compañero, así que hizo lo primero que se le vino a la mente. Jay se tensó un poco cuando Jongwoo lo abrazó, pero pronto devolvió el abrazo con entusiasmo, soltando una pequeña carcajada que hizo a Jongwoo sonreir. Tras un buen rato se separaron y Jongwoo descubrió con alegría que Jay lucía mucho más tranquilo —el mismo también se sentía mucho mejor, ¡debió abrazarlo mucho antes!—.

— Tu tampoco te preocupes tanto, ¿si? Lo harás genial. —Jay asintió suavemente, pero su sonrisa lucía mucho más genuina que antes. Sus mejillas volvían a lucir un sonrojo, y Jongwoo sintió de un segundo a otro el loco impulso de be—

—¡Oigan, vengan rápido! Estamos a punto de salir. —La voz de Donghai los interrumpió, a lo que se apresuraron a unirse al resto de chicos. El vietnamita los miró con curiosidad, fijandose en sus rostros. —¿Que han estado haciendo ustedes dos, ah? ¿Por qué están tan rojos?—

—¡No hemos estado haciendo nada! —Jongwoo rió nervioso cuando el resto del equipo comenzó a fastidiarlos y trató de responder sus chistes, y luego volteo a ver a Jay para ver su reacción. Sus ojos se abrieron de sorpresa al ver que el chico se veía extremadamente tímido, el sonrojo que tenía antes luciendo más notorio que antes. Se veía demasiado... lindo.

—Ya, estamos por presentarnos, luego podemos seguir bromeando, ¿de acuerdo, chicos? ¡Vamos a romper ese escenario! —Jongwoo intentó poner orden, aunque su cabeza estaba definitivamente en otro lado. No sabía si el resto de sus compañeros lo notó, pero agradeció que pretendieron ignorar el comportamiento extraño que tenían los dos.

—¡Si, señor! —Jay respondió también con entusiasmo, pero cuando su mirada chocó con la de Jay pudo notar un brillo distinto en los ojos del chico. Un brillo que no estaba antes ahí.

Y Jongwoo supo entonces que no solo el sentía las dichosas mariposas.

cumplidos ☆ jaywooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora