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Una tarde después de un cansado día en el colegio nuestros dos protagonistas se dirigían a la casa del rubio, Ojiro iba a cumplir la promesa que le había hecho a Shinso, le iba hacer un postre, aunque no sabía que haría, tal vez un bizcocho o unos cupcakes, no tenía idea ya que en su mente estaba nada más que el hombre que siempre ha amado estaría en su casa.
—Wao, tu casa es muy linda monito— dice el pelo morado viendo el pequeño jardín juntos a hermosas plantas muy bien cuidadas, la pintura de la fachada estaba muy bonita haciendo que l casa no parezca vieja.
—Gracias, papá siempre se preocupa por tener la casa en un buen estado, las flores son mías jeje~ entremos— el menor abría la puerta de la casa dejando ver la primera parte que era la sala donde había un juego de sofás, una pequeña mesa y un televisor para pasar el rato, del otro lado se encontraba el pequeño comedor que solo tenía 4 asientos, había varias fotos en esos lugares, muchos de Ojiro de distintas edades y también de sus padres que con solo verlos notas que ambos se amaban. —Tienes unos padres muy buenos, por eso el monito es un chico tan bueno y dulce—
—E-eh me iré a cambiar de ropa a mi habitación hay un baño de visita si quieres cambiarte, ¡¡¡ya vengo!! — grita el menor sonrojado por el comentario y se metía a su habitación para darse una ducha rápida para estar mucho más fresco y relajado, ya cambiado con una ropa de casa bonita decide bajar sin esperar la tremenda vista que el universo le estaba concediendo
Hitoshi Shinso estaba usando solo una pantaloneta negra que dejaba ver sus piernas entrenadas además de estar sin camisa pues al parecer no encontraba, pero así permitiendo al menor ver el gran cuerpo del pelimorado entrenaba con esmero todos los días
— ¿Pasa algo? — pregunta el menor viendo como el mayor se resigna
—Olvide traer una camisa, eh...... — el ojeroso se pondría nervioso al ver como Ojiro miraba su cuerpo así que simplemente decide ponerse su camisa de botones dejando los 4 primeros abiertos. —Así estaré mucho más cómodo y bueno, ¿qué vamos hacer? — Pregunta con mucha emoción juntando sus dos grandes manos.
—Pensaba en hacer un bizcocho, fácil de hacer y rápido, ¿qué te parece? — dice el menor con una linda sonrisa. —Tenemos todo, harina, huevos y azúcar, lo primero que tenemos que hacer es separar las yemas de las claras, por favor poste pásame dos bowls de la parte de arriba—
El mayor bajaba lo que él rubio de cola le había pedido y ve como este comienza a abrir los huevos separando las yemas de las claras. —Ve abriendo la funda de azúcar por favor—
Ojiro antes de empezar pone a precalentar el horno y luego comienza a batir las claras con la batidora, sonrió al ver que luego de unos minutos estaba tomando el punto necesario y mira a Shinso. —Por favor Toshi, ve agregando azúcar hasta que veas que ya está la mitad— el pelimorado lo hacía poco a poco por el miedo de dañar la preparación, pero cuando termina sonrió al ver que había hecho todo bien, luego se unos 6 min Ojiro deja de batir cuando ya tiene lista la consistencia de su merengue.
—Necesito un hombre fuerte, así que Toshi bate las yemas— el rubio había echado la azúcar restante y el mayor hace caso viendo como el volumen de lo que estaba batiendo aumenta y cambio de color. —¿Ahora que hay que hacer? —
—Okey ahora tenemos que agregar la harina y las claras batidas, tú me ayudarás agregando la mezcla mientras yo mezclo ¿okey? — este sonríe y el mayor tomaba primero la harina poniendo de poco en poco viendo como Ojiro hacía un movimiento mucho más hábil que solo alguien que sabía de repostería podría hacer.
El menor al ya tener mezcla completa pone en un molde con un papel vegetal del mismo tamaño la mezcla repartiéndola bien y con una sonrisa mira al mayor.
Ya con el horno a la temperatura ideal mete el bizcocho y pone en un temporizador el tiempo que era necesario esperar. —Ahora solo toca esperar~ este coge un poco de harina y se la lanza al pelo morado dejando su rostro enharinado y comienza una pelea con lo poco que había quedado, era un momento divertido para ambos y que hacía sus corazones latir, tan divertido había Sido que el temporizador comienza a sonar, ya era hora de sacar el pastel.
— ¿Tan rápido paso el tiempo? Waooo— dice el mayor limpiando la harina en su rostro y de forma delicada limpia lo que había en el rostro del menor quedando los dos peligrosamente cerca del otro haciendo que se sonrojen y provocando que Ojiro se ponga nervioso para luego tomar guantes y sacar el bizcocho, el mayor apaga el horno.
Ambos verían lo que habían hecho, quedo muy bonito y se veía delicioso, lo que habían hecho el día de hoy lo hicieron juntos y con amor un paso más para que uno acepte sus sentimientos y el otro tenga el valor para decirlo.
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Espero que les guste el capítulo de hoy Se les quiere ❤️ ~✨
