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En la hermosa ciudad de Japón, las calles estaban decoradas con hermosas y brillantes luces de neón y las melodías de la época, como si la época de los 50s jamás se hubiera extinguido. En este hermoso y brillante escenario, dos jóvenes, dos almas que están destinadas a cruzarse se encuentran en el camino.
Hitoshi Shinso un joven apuesto de gran porte y un cabello color morado oscuro, era el dueño de la tienda de discos más famosa en el pueblo llamado Old Vibes.
En otro extremo de la bella ciudad se encontraba un joven artista bastante talentoso llamado Mashirao Ojiro, un muchacho encantador con un hermoso cabello rubio corto, el cual había reformado la casa de sus padres en su galería.
Un día mientras Ojiro paseaba por las calles brillantes y coloridas en busca de inspiración para sus obras, por curiosidad entro a la tienda de discos Old Vibes.
Las campanas suenan cuando el joven entro, dando un vistazo rápido al lugar y luego sus ojos se encontraron con los ojos de Hitoshi que se encontraba detrás del mostrador, este usaba una ropa bastante bonita y elegante.
El joven pelo morado le regaló una cálida sonrisa. -Bienvenido a mi tienda, si estás en busca de la mejor música has llegado al lugar correcto! - dijo el joven con un tono pícaro en sus palabras.
Ojiro se sintió atraído por la personalidad atrevida y atractiva del hombre además de el aura elegante y nostálgica, las horas habían pasado en ese local viendo cada uno de los discos, conociendo sus gustos y compartiendo historias sobre cada uno de estos artistas.
Mientras más hablaban una conexión profunda se formaba entre ambos, como si el haberse encontrado hubiera estado destinado para ellos.
Desde ese momento los encuentros entre ambos jóvenes se volvieron mucho más frecuentes y constantes.
Tuvieron paseos por el pueblo visitando tiendas, compartieron noches de autocine viendo películas antiguas pero divertidas para ambos, los bailes en el pueblo era algo que siempre hacían y eran los reyes de esos eventos y también los paseos en la playa bajo la luz de la luna, cada uno de esos momentos se sintieron como escenas de películas de los 50s llena de romance y dulzura.
Un día mientras ambos jóvenes disfrutaban de un picnic de mediodía Shinso tomo la mano del rubio y con su típica sonrisa pícara y esos ojos que miraban ahora con cuidado al joven. -Ojiro, desde que entraste a mi tienda sentí y supe que tú y yo estábamos destinados a encontrarnos y todo lo que vivimos lo he sentido igual que la hermosa época pasado que ambos amamos. Quiero que seas mi pareja y sigla viviendo está hermosa historia de amor retro que tenemos-
Los ojos de Ojiro brillaron de una manera hermosa haciendo que Shinso sonría y ponga atención a lo que el rubio diga. -Shinso, siendo sincero jamás en mi vida he conocido a alguien que entienda y ame tanto como yo lo retro y el romance antiguo como tú lo haces-
El rubio toma la otra mano del pelo morado y sonrió. -Desde que te conocí supe que eras especial para mí y por supuesto que quiero ser tu pareja y que sigamos formando nuestra historia de amor retro.
Sus corazones estaban rebosantes de alegría y amor, todos los días ellos pasaban juntos y escribían su propia historia de amor, obviamente tuvieron que enfrentar algunos problemas y desafíos que lograron resolver, pero también compartieron muchos momentos especiales.
Y así en una hermosa noche estrella en la isla dónde estos dos jóvenes vivían celebraban un gran festival, todos usando prendas elegantes y dignas de los 50s eran lucidas, Ojiro y Shinso se tomaron la gran pista de baile llevando el ritmo al compás de cada canción, disfrutando todo ese momento con grandes sonrisas enamoradas El público aplaudió con energía y alegría al presenciar y reconocer la belleza del amor.
Al final del baile, mientras los aplausos llenaban el aire, Shinso tomó la mano de Ojiro y, con una sonrisa brillante, lo miró fijamente.
-Ojiro, puedo decir con total seguridad que tú eres el tono perfecto en este mundo lleno de bastantes melodías, quiero bailar y pasar contigo el resto de nuestras vidas-
Ojiro asintió con felicidad y leves lágrimas en los ojos, fue muy bonito lo que el hombre le había dicho. -Y tú has sido mi musa y mi inspiración desde que nos conocimos, bailar y estar contigo es como vivir en nuestras amadas películas retro-
Y así mientras la gran luna iluminaba a esas dos jóvenes y la música de la época antigua sonaba a su alrededor ambos sellaron todo con un fuerte abrazo y un beso apasionado y lleno de cariño que sería digno de la gran pantalla de una película de antaño.
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