Un instante... nada más

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CASI A MEDIAS

A media luz y a media sonrisa,

suele apoderarse de la noche

acompañado del ronroneo de su gato.

A veces tiene algunas copas de más,

recorre las calles con algún pensamiento pasado

o algún recuerdo que en su momento le hizo feliz.

A medianoche y con su bebida por la mitad,

está sentado en el mismo lugar de siempre

con la mirada fija en la chica que le arrebató los latidos.

Es como si pretendiera revivir esa historia

jugando un papel diferente,

donde triunfa el sentimiento y se deshace de sus manías.

A medio metro de su perfume sin su media sonrisa,

se le alborota el alma siempre que se acerca

con la misma intención de escuchar el sonido de su voz.

Ya no le apetece perder otra noche

sin poder sentir el sabor de su piel

y el ritmo de sus latidos al contacto de sus labios.

En mitad de la madrugada con la mitad de su desastre,

por fin se acerca a esa chica

que hace mucho le arrebataba los latidos.

Ella le corresponde con su media sonrisa,

él también le sonríe, con su bebida casi por la mitad;

el universo ha colapsado,

el silencio parece ayudar a que el tiempo se detenga.

En medio del encuentro con la cama a medio hacer,

una mezcla de perfume, sudor y descontrol

dio inicio a una historia imparable.

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MÁS ALLÁ DEL DESEO

Dispara,

mátame como tú sabes hacerlo.

Sin piedad,

sin ningún remordimiento,

sin necesidad de preguntar nada.

Arráncame la vida,

sólo déjame sentirte una vez más.

Hazlo despacio y sin prisa,

hazme sentir cada parte de tu piel,

haz eso que siempre quisiste hacer conmigo.

Sigue,

la noche es larga y el tiempo esperará.

Llévame al éxtasis con tus latidos,

elévame hasta ese lugar que llaman paraíso,

libérame de esa necesidad de sentirte conmigo antes del amanecer.

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DOCE BESOS DE DESPEDIDA

Beso N°1:

desliza tus dedos en mi rostro,

Colapsando hasta enloquecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora