Capitúlo 2

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Narra Xian

Me desperté lo primero que hice fue ver la hora, apenas eran las 8:30 de la mañana a lo que me acomode para seguir durmiendo pero sentir un rico olor que venía de la cocina, estaba confundido… ¿Quién estaba en mí casa? Para saber quién era me levanté y bajé. Al bajar me lleve la sorpresa de ver a un joven de espalda cocinando un delicioso desayuno, pude notar que tenía una camisa mía puesta.

-Mmm-hice sonar mi garganta para que notará mí presencia, pero se veía muy concentrado a lo que opté por ir y abrazarlo por la espalda. -Buenos días~-le susurro al oído.
-B-buenos días-contestó pero siguió con lo que hacía, hay algo que detesto en el mundo y eso es que no me presten atención.

Decidí sentarme en la barra de la cocina a observar, se veía muy tierno con mí camisa puesta, se me había olvidado de que Max estaba en casa y que pasó la noche conmigo. Cómo me voy a olvidar que el chico que me gusta está viviendo conmigo, aún me acuerdo cómo nos conocimos.

﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀ Tres meses atrás ﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀

Había salido del trabajo para ir a cenar a un restaurante, mí madre me había sacado una cita con una chica todo porque aún no le conté que no me interesa salir con chicas. Al llegar la joven ya estaba esperándome en la mesa del lugar, estábamos en el restaurante que una vez fue de mí abuela pero cuando está se nos fue mí tío lo vendió.

-Buenas tardes, perdón la demora-digo con cortesía, la verdad que no quería estar en el lugar solo quería ir a casa y estar con mí gato.
-Llegas tarde-me reprocha la muchacha sabiendo que hace nada le pedí disculpas.-Pidamos algo-comenta de una manera irritante.

Después de una incómoda cena pague la cuenta y me despedí de la señorita, apenas salí le mandé un mensaje a mí mamá, la verdad no quiero que se meta en mí vida amorosa yo se que ya llegará el chico ideal. Cuando estaba por arrancar el auto pasa corriendo un joven, bastante atractivo en mí opinión, lo seguí con la mirada, pude ver qué entraba al restaurante y el gerente lo retaba por llegar tarde.

Cómo quería saber más del muchacho… volví a entrar al restaurante y me pedí una mesa para uno, rechace a cada mesera que se me acercaba hasta que apareció el. Se acercó a mí y lo único que pedí fue un café y una porción de pastel de manzana, ya que anteriormente había cenado.

Lo único que hacía era seguir con la mirada al muchacho pero veía algo raro en él, en eso veo que va para la parte de atrás del restaurante me generó curiosidad y lo seguí. Cuando llegué a la parte de atrás ví que era acorralado por varios tipos.
Me quedé detrás de una pared mirando que pasaba, y en eso veo que entre dos lo toman de los brazos, no escuchaba que decían por lo que me acerque a oír mejor.

-Entiende de una vez, eres una mujer no te sale ser hombre- dijo uno de los tipos, lo cual me pareció repugnante sus palabras. -Te enseñaré a estar con un hombre de verdad, y vas a ver qué no necesitas ser uno- dicho esto, estaba por desabrochar su camisa pero no aguante y fui directo a darle un golpe en la cara a él y a sus acompañantes.
-Es repugnante lo que querían hacer- dicho esto le extendí mi mano al joven que se encontraba en el piso, un poco dudoso la tomó y lo ayudó a levantarse.

Lo tomé en brazos porque no dejaba de temblar por la reciente situación, lo lleve hasta mi auto pero antes de ir para mí apartamento hablé con su gerente sobre la situación. Cuando arranque el auto ví que sus ojos tenían una capa cristalina y en el instante comenzó a llorar, no me gustó verlo llorar.
Así que paré cerca de una plaza y lo abracé, pasó por una situación no muy bonita y entendí el porqué estaba así. Estuvimos un tiempo así hasta que en un momento dejó de llorar, se había dormido en mis brazos, así que lo acomodé y me dirigí a mi apartamento.

Al llegar lo deje en mi cama y yo me fui a dormir al sillón de la sala, lo menos que quería era incomodar al angelito. Ya había pasado una mala noche y el despertar con alguien en la cama capas se le iba a hacer demasiado, más aún que estar en una cama que no es la suya.

Tu solo eres mío ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora