Capitúlo 3

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Narra Max

Abrí los ojos por culpa de la molesta luz que entraba desde la ventana, una vez ya tomada conciencia ví que no estaba en mi habitación. Si está no era mi habitación ¿Dónde estaba? Lo primero que hice fue ver qué estaba vestido y buscar mi celular, el cual tenía más de treinta llamadas de mi hermana! Dios me va a matar.

Rápido salí de la habitación y bajé las escaleras corriendo, una vez abajo pude ver a un muchacho durmiendo en el sofá, me acerqué a él y le pique un poco la mejilla para que despertara.

–Hola, buenos días, ¿Sabe que me pasó?- no terminó de abrir los ojos y yo ya estoy preguntando todo a la ligera.
–Mmmm espérame un tantito y te respondo todo- dice con una voz ronca que logro darme una gran descarga eléctrica por todo el cuerpo.
Una vez que se levantó se dirigió a la cocina y se puso a preparar café o más bien el desayuno.
–Toma asiento por favor- dice para mirarme y dirigirse a la heladera.-¿Con cuántas de azúcar?– me pregunta.
–Con dos está bien, no soy de tomar el café muy dulce– comento muy apenado, el café es lo que más suelo tomar sin azúcar para que no me caiga mal.
–Mmm está bien– dice y me entrega el café con dos tostadas, luego se sienta a mi lado. –Se que no me incunve pero me tiene preocupado lo que pasó anoche, ¿Quienes son esos tipos?– pregunta sin más.
–Sobre éso, es un tema delicado– digo para dejar de tomar el café. –Yo soy chico trans, me llamo Max, y esos tipos son personas que no aceptan– dicho esto se me quebró la voz el al notarlo tomó una de mis manos.–Y solo buscan venganza ya que rechace a el hijo de uno de ellos– digo para tomar un poco del café.
–¡Pero ellos tenían pensado abusar de ti!– dice un poco alterado, no era la primera vez que lo iban a hacer, odio el tener que sentirme sucio por su culpa.–¡Tienes que denunciarlos!– dice para tomar mi mano, pero en eso me largo a llorar no aguante más y llore como nunca creí, ya había intentado denunciarlos pero la policía no hacía caso a mis palabras… no me tomaban en serio.

Narra Xian

Me dió un gran disgusto al  verlo llorar, no sabía qué hacer, así que me acerqué a él y lo abracé, pude ver qué se agarró fuerte el pecho y me preocupé.

–¿Qué pasa? ¿Qué duele?– le pregunté en lo que tomé su mano y la aparte de su pecho.
–Es un dolor en el pecho, no me he sacado el binder y al no hacerlo me dan dolores en el pecho o sino sería un ataque de ansiedad, pero es el binder– me dice y en eso tocó su pecho.
–Te prestaré una camisa para que te lo saques– dicho esto tomo su mano y lo guío a la habitación, ya en esta busco una camisa. -Ese es el baño, puedes darte una ducha para que estés mejor– digo y señalo la puerta.

Una vez que ví que se metió al baño, llame a mi abogado, no dejaría que esos tipos salgan con la suya. Y menos que lastimen a este lindo niño. Logre comunicarme con Dan y agendar una cita para la semana que viene, espero que pueda hacerse cargo de este caso.

Ya había pasado una hora a lo que Máx aún no salía, preocupado me acerqué y golpee la puerta pero no contestó, entre lentamente y lo pude ver desmayado en la bañera lo tome con una toalla, con sumo cuidado lo sequé y le puse mi camisa para llevarlo a la cama. Luego de dejarlo en la cama me dirijo al baño para buscar alcohol y pasar por su nariz.

–Vamos niño reacciona– digo preocupado, en eso veo que parpadea un poco. –Dale cielo– digo y lo siento en la cama para que se reponga.
–P-perdón, no me di cuenta que me desmayé, hace dos días que no me lo saco, bueno solo para bañarme y me hace mal tenerlo puesto todo el tiempo, p-pero es porque no quiero que me llamen chica– dice para romper en llanto solo lo abraze.
–Tranquilo cielo todo va a estar bien– digo, mientras lo abrazo puedo sentir sus pechos, esto es malo, no puedo pensar en eso ahora no es el momento, dios hormonas porque justo ahora.

Cuando sentí que se calmó tomé su rostro con mi mano derecha así verlo a los ojos, esos ojos que tienen un tono azul tan bonito, en eso bajó mi mirada a sus labios… uff carnosos, paso mi pulgar por sus labios y puedo sentir la suavidad de estos. Así mismo puedo notar que mira cada uno de mis movimientos, nuevamente levantó mi mirada para encontrarme con la suya y me acerco hasta el punto de que nuestras respiraciones se topan.

Tu solo eres mío ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora