La llamada de un extraño

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En una noche lluviosa, Sarah Cunningham se habia terminando de duchar hace unos minutos, tenía una toalla rosa amarrada al cuerpo que le tapaba del pecho hasta la mitad del muslo, el cabello recien secado del cual todavía escurrían unas cuantas gotas de agua.
Sarah se quitó la toalla, dejando su cuerpo al desnudo, y empezó a buscar sus productos de higiene, cómo: desodorante, crema para el cuerpo y su crema  para el cabello. Apenas tenía todos los productos listos para aplicarlos, su teléfono sonó, ella hecho un vistazo para ver quién le marcaba, y al poner su vista en el celular, marcaba que el número era desconocido, a la chica le invadió un poco la curiosidad y decidió contestar.
Cuando contestó la llamada, escucho una voz un tanto peculiar, la voz sonaba masculina, pero no era la voz común de un hombre, sino que la voz sonaba un poco modificada.
—¿Hola?
—¿Sí?
— ¿Quien habla?
— Eh...¿A quien intenta contactar?
—¿Qué número es este?
— ¿A qué número intenta contactar?
—No lo sé...
—Mmm creo que te equivocaste de número.

Dicho lo último, Sarah cuelga y coloca el teléfono sobre su cama, la cuál estaba de espaldas a ella. Cuando ya estaba apunto de aplicarse su crema para el cabello, el teléfono volvió a sonar. —“Es el mismo número”— Pensó ella, y decidió volver a contestarle.

—¿Diga?
— Disculpa, marqué al número equivocado.
— ¿Entonces por qué volviste a llamar? -preguntó con un tono de ironía y curiosidad-
—Es que quería disculparme.
—Pues te disculpo, que tengas buena noche.

Sarah estaba apunto de colgar, cuando la voz volvió a hablar inmediatamente.

—Espera, no me cuelgues.
—¿Por qué?
—Hablemos un rato, ¿Sí?
—Lo siento, ahorita estoy ocupada. Adiós.

Sarah colgó y se dispuso a aplicarse su producto para el cabello, y después se lo empezó a cepillar. Terminada dicha acción, seguía untarse crema en el cuerpo, pero antes de poder hacerlo, su teléfono volvió a sonar, y ella respondió.

—¿Diga?
—¿Por qué no quieres hablar conmigo?
—...¿Quién habla?
—Dime tu nombre y te diré el mío.
—Ja...no lo creo.

Al tener el presentimiento de que la conversación podía alargarse, la chica optó por poner en altavoz la llamada, así podía seguir respondiendo mientras ella se aplica su producto corporal.

—Esta bien, entiendo que no quieras decirme tu nombre.
—...
—Y bien, ¿Que harás ésta noche?
—Pues cuando termine de arreglarme, pienso ver una película. Es un día lluvioso así que no planeo salir.
—Ya veo, ¿y qué película vas a ver?
—Una película de suspenso
—Oh, ¿Te gustan las películas de suspenso?
—Ajá -afirmó con una sonrisa-
—¿Cuál es tu película favorita?
—Mmm...no lo sé. Tal vez Halloween, una donde un sujeto con máscara blanca asesina a unas chicas jóvenes.
—Sí...
—¿Y cuál es la tuya?
—Adivina.
—Mmm... Pesadilla en la calle del infierno.
—¿Es donde un tipo que tiene navajas y mata gente en sus pesadillas?
— ¡Sí! Esa, dónde aparece Freddy Krueger.
—Exactamente.

Sarah continuó hablando con aquel chico misterioso, su plática básicamente se trataba de las películas de terror y asesinos seriales, hablaban de cuáles eran sus favoritas, y criticaban las malas secuelas que algunas películas tenían.

Mientras conversaban, la chica seguía arreglándose, se aplicaba la crema en todo su cuerpo. Primero pasaba sus manos por sus delgados y pálidos brazos, después los pasaba lentamente por su cuello y pechos, los cuales masajeaba con lentitud de abajo hacia arriba, bajaba hacia su abdomen y untaba crema con sus manos de manera circular de adentro hacia afuera. Terminando la parte de arriba de su cuerpo, pasó a sus muslos, se apoyo contra la cama dejando su trasero de vista enfrente, y comenzó a masajear sus muslos. En medio de la llamada, Sarah comenzó a notar algo en la voz de aquel chico, seguía siendo la misma voz calmada que desde el inicio, pero esta vez se le oía un poco agitada, y juraba que lo había escuchado soltar uno que otro suspiro, pero decidió dejarlo pasar y seguir hablando con él con normalidad.
Cuando Sarah se había terminado de arreglar, decidió terminar la conversación con aquel chico y ver su película.

—Oye, fue divertido hablar contigo y todo pero, ya tengo que colgar. Quiero ir a ver la película.
—Espera, aún no me has dicho tu nombre.
—¿Y para qué quieres saber saber mi nombre?
—Para saber a quién estoy viendo.

En ese momento, Sarah se quedó congelada por un momento.

—Qué...¿Qué has dicho? -preguntó con una voz temblorosa-
—Que quiero saber con quién estoy hablando.
—No, eso no fue lo que dijiste.
—¿Y qué crees que dije?
—...Lo siento, tengo que colgar, adiós.

Apenas colgó, Sarah se acercó rápidamente a su ventana y se asomó para asegurarse de que nadie estuviera afuera de su casa. En eso, su celular volvió a sonar, haciendo que ella tenga un pequeño sobresalto, miro hacia el teléfono y vio que era el mismo número, dudó en contestar, pero decidió volver a hacerlo.

—Asomarte por la ventana no te servirá, ya que no estoy afuera.
—Espera, ¿entonces estás insinuando que ya estás dentro?
—De hecho, yo ni siquiera estoy cerca de tu casa, Sarah.
—Entonces, a qué te referías con...Espera, ¿entonces sabes mi nombre? -cuestiono algo extrañada-
—Ay, linda e ingenua Sarah, yo sé todo sobre tí. -dijo con un tono de voz sensual-
—Qu...¿Quién demonios eres?
—Fue un verdadero placer haber podido hablar contigo esta noche.
—No me cambies el tema, respóndeme lo que te pregunté. —exclamó alterada-
—¿Sabes algo, Sarah?, Gracias a ti puede darme una de las mejores pajas de mi vida, me deleité con tu hermoso y pálido cuerpo desnudo, toda esa vista solo para mí. Me ubiera encanto que me vieras correrme mientas te veía.
—...
—Ah, se me olvidó mencionarte, en tu cuarto deje una pequeña cámara la cual no se distingue a simple vista. Fue gracias a esa cámara que pude ver cada movimiento que realizaste mientras te arreglabas. Básicamente, te estaba grabando en vivo. Bueno, cuídate esta noche, Sarah, no vaya a ser que esta noche se me ocurra irrumpir en tu casa y después te ate a la cama y te empieze a penetrar tan duro que al día siguiente cada paso que des te acordarás de mí.... Buenas noches, Sarah~.

Y en eso, el chico colgó. Sarah se quedó estática, no podía creer que todo este tiempo alguien la haya visto desnuda, y que este se haya masturbando mientras la miraba. Aunque lo que más le preocupó fue lo último que él mencionó. Entonces, lo primero que hizo fue encontrar la cámara con la cual había sido grabada y la destruyó, luego, bloqueó con seguro todas sus puertas para evitar que aquel chico lograra entrar.
Esa noche, Sarah trataría de estar alerta a cualquier cosa.

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Por otro lado, en una habitación oscura, dónde solo se veía la luz de una pantalla de computadora, había un chico de cabello negro y lacio, la oscuridad impedía que se viera su rostro. Aquel misterioso chico acababa de colgar una llamada, al hacerlo, se levantó y agarró un trozo de papel, con el cual se limpió el poco rastro de líquido seminal que tenía en la mano derecha, y después se dispuso a lavarse las manos. Terminado eso, fue directo a una mesa donde estaba colocada una máscara blanca con ojos y boca negra, la máscara de Ghostface, se la colocó y salió de su casa. Definitivamente, hoy quería hacerle una visita “especial” a alguien.
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Holaaa, aquí la autora de esta cosa :D. Pido de antemano disculpas si cometí errores en la lectura, cabe aclarar que soy principiante y estoy empezando esto de la escritura, así que porfa tenganme paciencia.

Muchas gracias por leer <3

~Adri 

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2023 ⏰

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