Unlucky

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 3 🌹

Ambas voltearon a ver al joven que recién había llegado, se miraron entre si para guardar silencio.

— Zale...

— He hecho una pregunta. Se escucharos gritos desde afuera.

Aquello sorprendió Noire, ¿tanto se habían escuchado los gritos de la chica? Ciertamente no estaba entendiendo nada, la invitada tomó la palabra ante la situación.

— Oh, Zale. — Se acerca a una distancia prudente del chico de tes pálida para mirarlo con una sonrisa. — Cosas de chica, hablando de que maquillaje es mejor que otro. Ya sabes como somos.

El chico dudoso mira a su esposa la cual tenía la mirada baja, pensando en si decir la verdad. Luego de unos segundos levanta la cabeza soltando una sonrisa.

— No podíamos decidir que iba a usar para la reunión, tal vez el asunto se nos fue un poco de las manos

Mencionó con inocencia, dirigió la mirada a su que se tranquilizó ante su respuesta. Se acercó poco a poco al rostro de Noire oara darle un beso, aquello hizo que se sonrojara, siguió el beso oara lo levantar sospechas. Ante eso Yumi miró con furia a la pareja

— ¿Cómo estás, cariño?

— Bastante bien, cielo. Tu amiga, Yami vino a buscarte.

El chico sin interés se voltea a ver a su amiga, la saluda con la mano, sin apartar su mirada de la chica.

— Así que viniste... Espero no haberte hecho esperar mucho.

Se reincorporó para tomar asiento, soltando uno de sus pies sobre su rodilla y con los brazos estirados.

— Querida, ¿podrías traerme una taza de café? — Pidió de manera amable, soltando una leve sonrisa en sus labios.

— Por supuesto.

Saldría la joven de la habitación, al hacerlo al joven de manera casi inmediata cambia su expresión a una seria, mirando con su semblante frío a la joven.

— ¿Para qué demonios viniste aquí?

— Ohs... Podrías al menos decirme un "hola".

Chasqueó su lengua para irse a sentar en un asiento algo alejado, pero desde donde se pueden ver y escuchar mutuamente

— No necesito hacerlo. Y sé para lo que viniste... Deja a mi esposa en paz.

— me sorprende que digas eso. Además dentro de poco no va a ser tu esposa, ¿recuerdas? Finalmente podremos estar juntos.

Mencionó con mucha soberbia en sus palabras. El joven ante eso soltó un suspiro sin contestar. Realmente odiaba a su esposa, o eso creía, su relación con su esposa mejoró significativamente y no estaba cómodo con la idea de separarse.

— Tendré que hacer algo con eso... — Dijo para si mismo. Un par de minutos después abrió los ojos viendo a su querida esposa ofreciéndole la taza de café de manera dulce y amable para luego sentarse a su lado.

Y así pasó la tarde. Noire a pesar de todo fue amable con la señorita Yami, a pesar de que su presencia debido a los actos anteriores le hubieran incomodado. La joven chica luego de darse una ducha saldría con la bata puesta, al salir vería a su "esposo" sentado en la cama.

— Me alegra que ya hayas salido, estaba a punto de irte a buscar. — Dijo en un tono coqueto, para su suerte estaba en una.posición donde comodamente puede ver a la chica, quién fue hasta su armario para buscar ropa.

— ¿Se puede saber cielo para qué querías buscarme?

El joven se levantó mostrando una amplia sonrisa, caminó hasta dirigirse al armario abrazando por la espalda a la chica dejando reposar su cabeza en su hombro.

— Estoy planeando una sorpresa para nuestro aniversario.

— ¿Sorpresa? — Dijo con algo se nervios ante la cercanía, esperaba que el joven no sospechara por eso.

— Quiero que este aniversario sea especial. — Aún con la sonrisa en sus labios voltea a la chica con cuidado acercándolo a él, toma con delicadeza su mentón para hacer que le mirara.

— Me parece un detalle hermoso, también voy a prepararte una sorpresa.

El chico se acerca lo suficiente para sentir la respiración de la chica sobre la suya, sus labios rozan y se miraban fijamente el uno al otro, durando así unos segundos hasta que la chica notando la intención del joven termina cortando la distancia en un corto beso, ya que luego muerta de verguenza se separa.

— Quiero que me sorprendas. Después de todo eres mi esposa, vas a saber lo que más me gusta. — Dijo dedicándole una última sonrisa antes de salir del armario para irse a acostar nuevamente en su cama. Noire había desbloqueado un nuevo desafio, ¿qué iba a regalarle? Es mas, ni siquiera sabía cuando era su aniversario. No podía acercarse de la nada a preguntale cuando era nada al respecto, iba a descubrirla de inmediato.

Así estuvo luchando contra si misma sobre qué hacer hasta que la grave voz de Zale llamó su atención.

— Cariño. Se va a hacer tarde y mañana va a ser un largo día. Ve a vestirte para ir a dormir.

Luego de eso se iría de vuelta a la habitación, Noire se viste rápidamente ya que sabía que Zale era capaz de entrar mientras se cambiaba. Al vestirse sale apagando las luces y va a la cama, al acostarme abrazo la espalda del chico.

— Buenas noches cielo.

— Buenas noches.