Detrás del espejo

El principio de un fin

En un solo instante de mi vida creía que el aburrimiento se apoderaba de mi cuando, por fin, sonó el timbre que indicaba que había finalizado la última clase. Rápidamente recogí todo y me dirigí a la salida del instituto, ese instituto que aunque yo no lo supiera tantos problemas iba a desatar. Bajé las anchas escaleras de mármol y crucé lo que en mi instituto llamaban el pasillo del demonio. Yo no lo consideraba como tal porque realmente fuera espeluznante, oscuro y siniestro, lo intentaba pintar diferente en mi cabeza para que diera menos miedo. Terminé de cruzar en largo pasillo y abrí con una mano las puertas de va y ve que tantas veces había cruzado a lo largo de mi vida.

Cuando llegue a mi casa, entre y pregunté si había alguien. Como nadie me contesto supuse que mis padres se habrían ido a algún lado, a si que me fui a mi habitación a hacer mi rutina de todos los días. Estudiar por horas, cenar algo rápido e irme a la cama pronto. Pasaron unas cuantas horas y cerré la ventana ya que había oscurecido y ya solo entraba luz de las altas farolas de mi calle. Cuando escuché un sonoro ruido en la parte de abajo de mi casa, aunque tenía un poco de miedo supuse que podrían haber llegado mis padres y se me quitó de inmediato. Pero pasaron unos minutos y volví a escuchar ese ruido. Ya un poco aturdida por la situación fui a bajo a inspeccionar que todo estuviera bien. Pasé el marco de la puerta y lo que vi me dejo inmóvil. Todas las sillas de mi comedor estaban colocadas en un gran  circulo en medio del salón.

_ ¿Papá? ¿Mamá? _ pregunté en voz alta.

_ Hola hija.. _ Dijo una voz a mis espaldas en apenas un susurro .

Me gire alarmada y con el corazón a mil.

_ ¡OOH! Mamá que susto.

_ Perdona hija, no pretendía asustarte.

_ Da igual, estas bien. Oye mamá.

_ Dime cari-ño _ Dijo con una mueca y haciendo enfasis en la palabra cariño.

_ ¿Estas bien?¿Te noto rara?

Pero mi madre no contestaba, estaba demasiado ocupada manteniendo la vista en algo detrás de mi. Me gire, miraba el circulo de sillas.

_ Cariño, creo que deberías recoger este desastre _ Mi madre nunca me llamaba cariño siempre "cielo", pero lo ignoré por completo.

_ ¿Lo has hecho tu? _ Le pregunté

_ ¿Yo?

_ ¿Quién si no?

_ No, creo que no. _ No sé que le pasaba a mi madre estaba como ida, fuera de si.

Estaba todavía dándole vueltas a la situación, pero imaginé cualquier escusa para hacerla más normal. Entre en aquel circulo de sillas para recogerlas pero no puedo explicar lo que sentí , fue una sensación extraña, notaba algo pero en el momento que quité la primera silla rompiendo en circulo dije de sentir aquella extraña sensación. Miré la hora en el reloj de agujas de encima dela chimenea. 1 A.M. Esa noche estaba siendo bastante rara y me fui a dormir con una nudo en el estomago. Lo que nos sabía era lo que se circulo de sillas podía desatar.

                                                                                                        ******

  Primer capítulo, corto pero intenso. 

Si estas leyendo esto es porque has entrado en mi historia y has leído el primer capítulo hasta el final y eso para mi ya es demasiado. Gracias por confiar en mi y en mi historia y espero que la leas hasta ver como acaba nuestra pobre Lina.

Por ahora, nuestra protagonista no ha recorrido ni el principio del largo camino de cristales que le queda por recorrer y me gustarías que vieses como lo recorre. Descalza y sin un final determinado.
Con un punto departida inicial pero a la deriva. 

                                                                                            GRACIAS  POR LEER.

Mar💙