Junmyeon lo estaba esperando cuando finalmente salió del vestuario. Se apoyó contra la pared a unos metros de distancia, lo suficientemente lejos para dar la ilusión de distancia y lo suficientemente cerca para estar atento a Kyungsoo. La cabeza de Junmyeon giró ante el sonido de la puerta abriéndose, y Kyungsoo observó cómo el hombre sonreía mientras se acercaba, pero la expresión se sintió forzada, y las palabras de Jongin le recordaron de inmediato a Kyungsoo. ¿Realmente había lastimado a Junmyeon cuando huyó en un intento de salvar las apariencias?
Si la expresión cautelosa era una indicación, entonces sí, lo había hecho.
"¿Estás bien?" Junmyeon preguntó cuándo estuvo lo suficientemente cerca, pasando un brazo alrededor de sus hombros y tirando de él hacia su costado. "Jongin fue tras de ti, pero cuando regresó sin ti, me preocupé."
Kyungsoo se sonrojó ante la mención de Jongin, pero rápidamente extinguió la creciente vergüenza. Era fácil hacerlo con la culpa que sentía por preocupar a su amigo. Se había equivocado mucho si Junmyeon estaba lo suficientemente preocupado como para alejarse de los demás para ver cómo estaba Kyungsoo.
Con un suspiro, Kyungsoo asintió. "Estoy bien. Avergonzado. Decepcionado. Pero estoy bien."
"Kyungsoo-yah," Junmyeon reprendió suavemente, girándolos para comenzar a regresar al área del equipo. "Todos sabemos lo que es caer, y no te culpamos de nada. Personalmente, no podría importarme menos la puntuación, siempre y cuando estés bien. Sé que los demás sienten lo mismo."
"Pero los decepcioné a todos, hyung," insistió Kyungsoo en voz baja, descendiendo la mriada al suelo mientras pasaban junto a algunos de los otros patinadores. Podía sentir sus miradas, e incluso si trataba de actuar con confianza, no podía mirarlos a los ojos sabiendo que no había estado a la altura de su potencial. Prácticamente podía escuchar sus comentarios. Se suponía que era bueno. ¿Es esto todo lo que tiene para ofrecer?
Junmyeon notó que se escondía y lo acercó a su lado. "Eres demasiado duro contigo mismo, Kyungsoo-yah. Estamos agradecidos de que no estés lastimado, aunque irás a que te revisen esta noche aun si tengo que arrastrarte allí yo mismo," dijo Junmyeon con firmeza, y Kyungsoo sintió un matiz de sonrisa tirando de sus labios. Siempre se podía confiar en que Junmyeon se preocupe por su salud.
"Y no descartes a tu equipo todavía," continuó Junmyeon con un suave apretón en su hombro. "Jieun lo hizo fantástico, y si las parejas lo hacen bien, tenemos la oportunidad de colocarnos."
"Aun así, me siento mal por desaparecer así," agregó Kyungsoo, suspirando suavemente. "Me perdí la rutina de Jieun."
"Todos entendemos, así que no te preocupes por eso. Todos sabían que necesitabas un poco de tiempo para recuperarte."
"Todos menos Jongin," murmuró Kyungsoo en voz baja a pesar de su promesa de no volver a pensar en el hombre nunca más. Gimoteó internamente por la facilidad con la que el nombre se deslizó de sus labios y el aleteo de respuesta en sus entrañas. Junmyeon rio levemente ante el comentario, asintiendo con la cabeza. Su amigo miró a su alrededor, sonriendo cuando notó que no había nadie más en los pasillos para escuchar su conversación, y habló de nuevo, bajando la voz mientras le sonreía a Kyungsoo.
"Ciertamente se mantuvo firme en buscarte cuando no volviste al área del equipo después de unos minutos. ¿Pero es eso realmente algo malo? Tu pequeño crush podría resultar fructífero," bromeó Junmyeon, alborotando el cabello de Kyungsoo cariñosamente y ganándose el ceño fruncido del menor.
"No planeo sacar provecho de ello, muchas gracias," espetó, alisando los mechones de cabello hacia atrás. "No lo animes."
Junmyeon le lanzó una mirada de desaprobación. "No seas así. Él obviamente se preocupa por ti, y obviamente te sientes atraído por él, lo admitas o no." Junmyeon suspiró dramáticamente, sonando como el romántico empedernido que era. "Lo que haría para que alguien me persiga así."
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Arabesque - KS (traducción)
Roman d'amourSummary: Desde que Kyungsoo podía recordar, la clave del patinaje artístico era la precisión. Su patinaje era la perfección de un libro de texto, y para él eso era todo lo que necesitaba. Movimientos precisos y una rutina impecable tenían que ser ig...