Continué subiendo. No supe como había llegado hasta allí. Hojas verdes a mi alrededor se mecían con el viento a tal altura. El árbol al que me aferraba era inmenso, tanto que a su lado me podía comparar como una hormiga.
Sin embargo, aquello no me preocupó.
Un fuerte rugido retumbó en mis oídos proveniente de abajo. Con cuidado voltee mi cabeza viendo como rápidamente una nube negra de vacío interminable subía por el gran tronco frondoso del árbol. El miedo y desesperación se apoderaron de mi a la vez que sentía que mi cuerpo volvía a moverse por instinto. Sin mirar atrás comencé a subir con todas mis fuerzas.
El tiempo se me hacía interminable y la copa del árbol parecía inalcanzable. El vacío debajo de mi se acercaba cada vez más. Mis brazos ardían al igual que mis piernas por el esfuerzo y varios cortes y rasguños que me hice durante el trayecto. Mi cabeza daba vueltas y el sudor corría por mi frente.
Observé hacia arriba y vi como una luz se alejaba a medida que to me acercaba. Parecía una maldita broma, pero aún así continué. Tenía miedo de lo que sea que fuera esa nube negra que me pisaba los talones. Mis brazos adoloridos solo se dedicaban a aferrarse a las ramas para subir y mis pies buscaban constantemente un lugar para posarse e impulsarse hacia arriba.
Repentinamente sentí un ligero sonido. Una canción...
La reconocí al instante...aquella melodía tocada por una guitarra. Me voltee con sorpresa hacia abajo definiendo el origen de dicho sonido.
-Madre....-susurré con sorpresa. La recordaba tocar aquella melodía en mi infancia, antes de irme a dormir. Volví a mirar hacia arriba viendo como la luz comenzaba a alejarse.
Cerré los ojos reflexionando. Sentí la nube negra comenzar a acercarse cuando mi cuerpo se movió solo.
Mis manos soltaron las ramas y mis pies dejaron de actuar. Simplemente me dejé caer con una sonrisa en mis labios mientras volvía a abrir los ojos. El oscuro vacío me rodeó y pareció apoderarse de mi pero no duró mucho...
Pronto, aquella nube negra se disipó dejándome ver una pradera llena de flores de diferentes colores. Recorrí el lugar con mi mirada buscando algún indicio de lo sucedido hasta que volví a escuchar aquella melodía.
Me giré lentamente sobre mis pies y sonreí.
Si me hubiera dejado llevar por el miedo, hasta ahora aún estaría trepando el gigantesco árbol. Persiguiendo una luz que nunca llegaría a alcanzar y evitando una oscuridad que creía malo. Sin saber que al entrar en esta descubriría un hermoso cielo estrellado junto a una tranquilizante melodía tocada por la persona que más amaba....
Fin...
«««15/3/2022»»»
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Cuentos de vida
RandomSon historias bastante cortas, pero profundas e inspiradoras. Estas historias te pueden ayudar con tus problemas. Cuentos que te dan energía, fuerza, confianza y seguridad....