Antes de darme cuenta, había caído bajo los encantos del Tritón || TCF

Capítulo 4: Eran más tontos de lo que esperaba.

Cale pensó que era asombroso que una persona como él poseyera sangre de la familia real. Pero no sabía qué hacer con este descubrimiento.

Tenía curiosidad, por supuesto, como una sirena que había vivido lejos del mar toda su vida, que de repente le dijeran que pertenecía a la familia real era impactante.

No estaría mal echar un vistazo.

Pensando en esto, salió en la noche del día siguiente, haciendo sonar la concha que Witira le había dado. Las Ballenas seguramente estaban merodeando cerca, ya que llegaron rápidamente.

Cale ya estaba en su forma de sirena, nadó hacia ellos y se encontraron en el mar. Nunca había ido tan profundo. Witira se detuvo frente a él.

"Cale, ¿pensaste en las cosas?"

Resoplando, Cale miró la forma de Ballena Jorobada de Witira y pensó que era realmente grande, a diferencia de Paseton, que parecía más bien un ballenato.

"Solo han pasado algunas horas. Quiero que me lleven a la guarida de las sirenas".

Probablemente no era la mejor idea, pero quería ver a lo que tenía que enfrentarse desde antes, en lugar de llegar simplemente a reclamar un trono sin ningún aliado.

"El centro del dominio de las sirenas está un poco lejos de aquí, ¿le dijiste a tu novio que saldrías?"

"No es necesario".

No es que planeara desaparecer por mucho tiempo, solo iría a ver un poco.

Eso es lo que Cale se dijo a sí mismo mientras nadaba a un lado de las dos ballenas jorobadas.

...

Llegaron a una zona profunda, Cale podía ver el arrecife de colores vibrantes frente a sus ojos y la vida marina conviviendo pacíficamente. Era una vista increíble.

También había algo así como cuevas submarinas que servían de hogar para las sirenas que vivían en esta zona.

Según Witira, aquí vivían las sirenas que alguna vez sirvieron a los gobernantes. Ellos se habían alejado del centro del territorio cuando la familia de la rama secundaria se apoderó del trono.

Dos tritones se acercaron cuando los vieron merodeando, Cale se agarró de la aleta de Paseton, moviendo su cuerpo para quedar medio escondido.

"¿Qué necesita la realeza de las Ballenas con nosotros?"

La primera sirena tenía el cabello corto de color verde oscuro, cruzó los brazos sobre su pecho para parecer intimidante.

Witira empujó con su aleta a Cale, que se quejó cuando fue lanzado al centro del intercambio.

"Lo encontré en la costa. Creo que les pertenece".

"No soy un objeto".

Nadie escuchó las quejas de Cale, la sirena de cabello verde lo miró fijamente, la comprensión llenó sus ojos y parecía estar a punto de decir algo antes de que la otra sirena lo empujara a un lado.

"¿El nieto del jefe? Oh, mierda. ¡Chicos, llamen al viejo!"

Esta sirena tenía el cabello largo y de color rosa, sus ojos dorados lo miraron con una sonrisa.

'Es guapo'.

Cale habría caído bajo sus encantos si él mismo no fuera una sirena. Qué alivio.

No tuvo tiempo de apreciar la belleza cuando fue repentinamente jalado por las dos sirenas.

"¿Cuántos años tienes, niño?"

"17".

"Eres pequeño, débil, inmaduro, todavía no puedes gobernar".