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Jungkook

"He tenido mejores". 

Soy un puto gilipollas. Nunca he probado nada tan dulce y perfecto en mi vida. Que alguien me explique por qué sigo alejándolo. Tengo ganas de patear mi propio trasero.

Salgo de la habitación y llego a mi coche sin mirar atrás. ¿Cómo puedo arreglar las cosas ahora? Ver a Jeongguk con Yoongi en la cama hizo que me doliera el corazón de amor. Era la imagen perfecta de todo lo que siempre había deseado. La familia con la que había fantaseado toda mi vida estaba delante de mí y tuve que arruinarla.

Puse las llaves en el encendido pero no hago otro movimiento. No me puedo ir. No puedo dejar que Yoongi sienta ese tipo de dolor. Soy un gilipollas y estoy totalmente de acuerdo con eso. Pero no puedo lastimar al chico que más amo en el mundo debido a mi propio odio. Me siento en el auto por unos diez minutos más, solo respirando y tratando de calmarme. Necesito hacer de esto buena disculpa. Si no lo hago, Jeongguk me va a patear el trasero y justo en la fila estará detrás Yoongi.

Salgo de mi auto y camino hacia la puerta principal cuando Yoongi choca contra mí. Puedo ver que él está llorando y todos mis instintos protectores se activan. Lo levanto, lo envuelvo con mis brazos y lo acerco a mi pecho. Es tan pequeño que tengo que inclinarme para engullirlo por completo.

—Suéltame, imbécil. 

Me doy cuenta demasiado tarde de que él está luchando contra mí y tratando de liberarse. Dios, espero que esto no tenga que ver con lo que dije antes. Y seguro que es mejor que no sea por nada de lo que dijo Jeongguk.

—Príncipe, para. No pelees conmigo, lo siento, dime lo que pasó. 

Mejor empezar con una disculpa, por si acaso.

Puedo sentir que su cuerpo se contrae con la tensión y me preparo para lo que está por venir. Yoongi es como una olla de agua caliente. Una vez que llega a hervir, no hay nada que lo detenga.

—¡Dije, déjame ir, IMBÉCIL! —Él intenta levantar su mano para abofetearme, pero ya le di un regalo en el bar anoche, y no volverá a suceder. Lo agarro por la muñeca justo antes de que su palma se conecte, y me inclino hacia abajo para estar cerca de su cara. No quiero que se pierda ni una palabra de lo que voy a decir.

—Te dejé tener tu ataque en Aces anoche, y conseguiste darme un golpe en la cara. La próxima vez que levantes tu mano hacia mí, será cuando las ate al techo para follarte. 

Si soy honesto conmigo mismo, tomé la decisión de reclamarlo en cuanto salí del auto para regresar a la casa. Tener su sabor en mi cara y lengua me haría caer de rodillas y le rogaría que me retuviera. El primer segundo que sus jugos se derramaron en mi boca, terminé. Traté de contenerme, pero verlo acostado en la cama con Jeongguk chupándole el pezón me hizo enojar. No he estado con un chico en mucho tiempo y verlo mostrado así fue más de lo que podía soportar.

Puedo sentir que la respiración de Yoongi se acelera, y se inclina ligeramente hacia mi cuerpo mientras se le abre la boca. A él le gusta lo que acabo de decirle y su cuerpo me está diciendo cuánto.

—Está bien. Jeongguk y yo te reclamaremos y te haremos nuestro. 

Aprieto mis brazos alrededor de él y toda su lucha se desvanecen. Él ha estado esperando este momento de adquisición tanto como nosotros. Él solo necesitaba que yo fuera el hombre y dijera cómo va a ser esto.

Es agotador tratar de no follar con tu hermanastro. 

Me inclino y abro la boca sobre la de él. Puedo sentir su aliento mezclarse con el mío y lo veo cerrar los ojos. Él me está esperando para besarlo, para cambiar completamente la naturaleza de nuestra relación con este acto. He estado esperando lo que se siente como toda una vida para hacerlo.

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