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En la habitación solo se podían escuchar los agitados jadeos y gemidos proviniente de dicha pareja, estaban sumidos en la pasión total devorando los cuerpos de cada uno casi con obsesión disfrutando el sabor de su contrario, la noche brillaba con las estrellas y la luna ya se encontraba en su punto más alto.

Allí se encontraba un hombre de cabello oscuro y ojos casi negros como la noche, estaba completamente sumido ante este acto carnal tan terrible, estaba fuera de si, disfrutaba cada gesto, cada gemido que él le entraba a su acompañante, sabía que hacía mal, sabía que esto era un delito, pero al verlo sus instintosas salvajes eran activados, algo que intento ocultar por mucho tiempo, pero al final no lo logro.

Por otro lado el chico de cabello rubio y ojos dorados no lograba entender muy bien la situación, no era la primera vez que reinaba en la cama de alguien, pero si era la primera vez que disfrutaba tanto de este acto, el joven tenía su conciencia totalmente ida, ya no sabía si lo que hacía estaba mal o bien, no podía pensar menos razonar, lo único que sabía es que adoraba como las manos de aquel hombre lo tocaran causándole un gran placer.

Roy, a la mañana siguiente vio como aquel joven dormía plácidamente, miro el desastre que había en el aquel cuarto, se tomó una aspirana para el dolor de cabeza y volvió a mirar al rubio, intentaba recordar cómo llegaron a esta situación, si alguien se enteraba todo terminaría mal, al menos para el, pero era lo más sano, sin embargo, no quería hacerlo, se sentía completamente atraído y si lo encerraban no podría verlo, tocarlo ni escucharlo, se golpeó a si mismo y se recostó a ver el techo, volvió a su mision de intentar recordar cómo el rubio terminaba en estás situaciones.

Y todo había comenzado hace tres meses exactamente en una noche que se transformaría en el inicio del infierno de Edward Elric. Aquella noche se encontraba persiguiendo aún ladrón, el ambiente era tenso y el ladrón no tenía escapatoria, el hermano menor decidió ir por refuerzos mientras el otro lo perseguia, el ladrón quedó atrapado en un callejón sin salido y poco a poco el chico fue acercándose

- Estás atrapado - menciono con su sonrisa arrogante, pero antes de lograr en hacer un movimiento para arrestarlo, escucho como un carro se detuvo detrás de él, se giró para ver mejor y vio como una persona de traje blanco y bastón elegante se bajaba junto a otros tipos

- No puedo permitir que te lo lleves, aún me debe mucho dinero - menciono mientras lo miraba de arriba hacia abajo

- Ese no es mi problema- contesto molesto

- Lo será si te lo llevas - Edward solo estaba escuchando lo que el hombre decía, aún que la verdad no le interesaba, hasta que el hombre se acercó y agarro de su mentón - Aún que podríamos llegar aún acuerdo

- ¿Acuerdo? - pregunto alejándose un poco

- Eres un chico lindo, podría dejarte capturarlo a él y a otros muchos criminales a cambio de algo - Edward solo miraba, algo le estaba dando mala espina

- No confio en ti

- Muy bien, tu te pierdes la oportunidad de atrapar a todos los criminales y terroristas que buscas - Edward se quedó pensando

- ¿A cambio de que? - pregunto solo por curiosidad, el hombre lo volvió a mirar de arriba a abajo

- Debes aceptar primero - pero Edward no confiaba en mí guna palabra que este desconocido le decía

- Olvidado, me los llevaré a todos

- Que tonto - el hombre se subió al auto dejando a los otros dos, bajo la ventana - háganse cargo de el - hablo mientras le entregaba algo a uno de ellos y se retiraba.

Los hombre miraron y sonrieron

- Tu alquimia no funcionará mientras tengamos esto - mencionaron mostrando un tatuaje que impidea que les sucediera algo, el rubio quedó impresionado, ahora debía recurrir a la fuerza.

Estos hombres se acercarkn y comenzaron una pequeña pelea, a pesar de que Edward estuviese bien entrenado estos hombres tenían más experiencia y más fuerza, lo cual lograron ganarle y lo amarraron

- Si que das problemas renacuajo - menciono uno, Edward se molestó, pero no alcanzo a decir ninguna palabra ya que uno de ellos le levanto su polera

- ¿Que estás haciendo? - pregunto alterado, este hombre siguió desvitiendolo - Hey...hey ...¿Que haces?

- Solo vamos a divertirnis, trabajamos demasiado, merecemos algo de diversión - hablo mientras tocaba el cuerpo del chico

- DETENTE!! - grito intentando moverse inútilmente - BASTA!! - estos hombres comenzaron con su sucio juego, Edward intento todo lo que pudo para liberarse pero no lo había logrado, estos hombres habían manchado al mayor de los Elric.

Los hombres se acomadoron sus ropas y le lanzaron un papel mientras se burlaban de él para luego retirarse, Edward se quedó tirado un rato en el suelo analizando la situación, lágrimas seguían rodando por sus mejillas, intenso calmarse y con mucho dolor en su cuerpo se levantó, tomo el papel y vio nombres y lugares escritos hay.

Se acomodo un poco la ropa y comenzó a caminar a paso lento, se sentia mal, su cuerpo le dolía mucho, miro el nombre de la calle y recordó que por hay vivía Riza, así que con dificultad logro llegar y golpeó la puerta rogando que estuviese hay.

La mujer estaba durmiendo cuando escucho el golpe, miro el reloj, eran las 5:45 am, se levantó y se acercó a la puerta, cuando la abrió miro a Edward, su cabello estaba suelto y desordenado al igual que su ropa

- ¿Edward? Es muy tarde ¿Que te sucedió? - pregunto, aún estaba algo dormida, el mencionado la miro y lágrimas salieron de sus ojos, no pudo con la situación y cayó al suelo asustando a la mujer y haciéndola despertar, el chico no quería llorar, solo dejaba que sus lágrimas rodarán, tampoco podía pronunciar alguna palabra - ¿Edward? - la mujer ya estaba preocupada por la actitud de Edward

- Te- Teniente...yo...ellos...- no pudo decirlo y sin poder controlarse comenzó a llorar, la mujer ayudo a levantarse l joven y lo llevo hasta el sofá, encendió la luz de la sala y puso notar alguna señas, como las marcas en el cuello u hombros del chico

- Edward...- pusoencionar haciendose una idea de lo que pasaba

- Lo-Lo siento...no...no debería ac-actuar así pe-pero - intentaba hablar entre lágrimas

- No digas nada - interrumpió la mujer, debemos llamar una ambulancia, menciono mientras se levantaba

- NO!! - grito el joven mientras la detenía agarrándola de la muñeca

- ¿Que? - la mujer quedó sorprendida

- No lo hagas...; Edward está a ansioso, no sabía que sentir, quería ir al hospital y poner una denuncia, también sentía vergüenza y no quería hacerlo, no quería que nadie supiera, pero algo que le asustaba aún más fue que en el fondo, dentro del le confudia esa sensación, obviamente odio lo que le sucedió, pero a otra parte de él lo disfruto, su cabeza estaba hecha una caos - no lo hagas por favor...- dijo a punto de llorar

- Entiende que debo hacerlo, esi responsabilidad como tu amiga, como adulta, como compañera y como persona, alguien te hizo esto, en la calle, deben revisarte - camino al teléfono y lo descolgó, pero al mismo tiempo Edward se lo quito y lo dejo en su lugar

- Llama a Roy pero no al hospital - hablo bajo y desviando la mirada

- Por favor Edward, debemos llamar al hospital, o si no te llevaré a la fuerza - Edward trago y duro

- Estoy confundido, una parte de mi odia, detesta lo que acaba de pasar....pero...a la otra...- volvió a tragar y riza entiendo a lo que iba, soltó un suspiro y hablo

- A de ser por el shock, tal vez un sistema de defensa, déjame llamar - Tomo el teléfono, Edward alterado tocó sus manos y utilizo su alquimia para corta la energía de aquel lugar, la mujer soltó otro suspiro, no pudo ganar - Está bien, tu ganas - ahora entendia por qué Roy lo "odiaba" - Ya que no puedo hacer nada para converserte ve a tomar una ducha - menciono abriendo la puerta, se sentía mal, quería ayudarlo, pero Edward no se dejaba.

Dulce Pecado [Royed]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora