Edward se metió a darse una ducha, había Sido una noche muy difícil para el, miro su cuerpo lentamente viendo todas las marcas, habían mordidas, moretones y incluso se miraban las marcas de las manos de esos hombres, sintió asco al mirar todo eso, pero se contuvo, continuó lavando las partes más sensible de su cuerpo sintiendo escalofrío y cierto desprecio ante esas zonas. Mientras pensaba logro escuchar la puerta principal de la casa abrirse y escucho un par de voces, no lograba distinguir quienes eran pero les resto importancia y continuo perdiéndose en un sus pensamientos que lo estaban volviendo loco.
20 largos minutos habían pasado y Edward por fin salió de la ducha, su cuerpo estaba siendo cubierto por una bata que la teniente le había prestado, camino a la sala y miro a su hermano y miro a Roy, los otros dos lo miraron aún si saber lo que pasaba, la teniente no los había llamado ya que Edward había cortado la luz, pero los vio pasar y fue cuando los fue a buscar, aún no les decía nada ya que sentía que eso era algo que le correspondía al rubio, algo personal, algo doloroso, ella solo podía acompañar.
El rubio se sentó al lado de Roy y soltó un suspiro cansado, miro a los ojos a su hermano y luego se volteo a mirar a Roy, este último sintió algo extraño, miro a Edward quien tenía su cabello mojado y todavía goteba, miro su cuello que estaba un poco descubierto y en ese lugar vio una marca roja, como si lo hubiesen asfixiado, se quedó pensando un rato preguntándose qué era lo tan importante, ninguno de los presentes quería decir algo, el ambiente se sentía demasiado tenso y por parte de Edward se podía sentir la ansiedad saliendo de él.
El joven solto un suspiro y miro al piso, tenía que contárselo a su hermano como a Roy, tocos sus manos aora calmar su ansiedad y hablo
- En un callejón, algo lejos de aquí...el ladrón se escapó - no pudo, se mordió el labio suavemente
- ¿Pasó algo más? - pregunto el azabache al darse cuenta de la actitud de nerviosismo del chico
- Antes de eso - tragó saliva para no romper en llanto - apareció un vehículo y bajo un hombre, tuvimos unanpequeña conversación - volvió a callar y se levantó a tomar el papel que le habían entregado, se lo entrego a Roy y vio nombres y direcciones, Edward volvió a sentarse - dijo que...pues...se bajó con otros dos, y como me negué a su trato el se fue....y...esos hombre....eso dos...- las lágrimas comenzaron a fluir, quería calmarse pero era imposible - ellos me atraparon y....no pude...no pude... - se mordió el labio, los otros dos ya supieron a lo que iba y antes de que pudiera continuar Roy lo abrazo para ver si lograba calmarlo, Alphonse quedó totalmente en shock, no sabía cómo reaccionar
- No fuiste al hospital ¿Porque? - pregunto Roy mientras se alejaba un poco
- No...no lo se... No quería hacerlo - mencionó casi en un susurro, la teniente los interrumpió y termino contando todo lo que había sucedido, desde el momento que Edward llegó hasta cuando lo mando a ducharse para que los otros dos tuvieran más contexto de lo sucedido, Roy soltó un suspiro, ahora entendia lo tenso del ambiente
- Hermano...- Alphonse se acercó y se sentó a su lado, le dió la mano y lo abrazó.
Las horas pasaron y Edward por fin se quedó dormido, ya hedan casi las siete de la maña, fue una noche extremadamente larga para Edward, pero por fin podía descansar, Alphonse también se quedó dormido, Roy levanto al mayor de los Elric y lo cargo en sus brazos llevándole aún cuarto que le ofreció la teniente, mientras caminaba miro el rostro de Edward, sus ojos seguían hinchados y sus labio estaban agrietados por haberse mordido tanto. Lo acostó en la cama y lo cubrió con las mantas, pero algo andaba mal, un viejo instinto que está intentando contener, lo había hecho bien durante bastante tiempo, ¿Pero que había pasado? Por qué aquel deseo tan repugnante se convirtió en una necesidad, acarició su rostro y a sus cosas nasales llegó cierto aroma que lo embriagó, sus manos bajaron hasta su cuello, se había perdido en su pensamiento