La mañana paso, el cuerpo de Edward estaba tembloroso por los actos ocurridos recientemente, en la noche había sufrido de un abuso sexual y en la mañana se acostó con Roy, se quedó pensando en que le sucedió, el también había perdido el control, había sentido fuertemente la necesidad de ser tocado por un conocido, sentía que así borraría esas marcas, también pensó en que se sentiría miserable, pero al contrario, aquel acto carnal con Roy lo hicieron sentir bien, muy bien, aún que halla Sido un poco brusco.
Giró su cabeza mirando a Roy quien acababa de levantarse, le dió la espalda y se quedó pensando, no podía creer lo que acababa de hacer
- Lo siento - mencionó, el rubio lo miro y soltó un suspiro
- Yo lo siento, esto fue mi culpa - contesto apenado, Roy seguían sintiendo ese embriagador aroma, se estaba comenzando a desesperar ¿Que era eso? Aquel aroma le quería hacer saltar otra vez sobre Edward, se levantó y camino hacia la puerta
- Debes denunciarme, si no lo haces tú lo haré yo - mencionó, el rubio se quedó mirando, giró su cabeza
- No puedo hacerlo...no quiero
- Entonces los haré yo - comenzó a caminar hacia la puerta principal, Edward se levantó muy rápido y corrió sujetando al hombre de la muñeca
- No lo hagas - mencionó casi desesperado, cómo si su vida dependiera de ello
- Entiende...te hice algo malo y debo pagar
- Si lo hace voy a negar todo - menciono, el azabache estaba apunto de contestar cuánto la puerta del otro cuarto de abrió, apareció Alphonse y se quedó mirando la escena, por suerte no había escuchado nada de lo que sucedió en el otro cuarto
- ¿Por qué gritan? - pregunto gritando uno de sus ojos y estirándose
- Por nada - menciono Edward soltando a Roy - el coronel quería tomar una ducha pero esa no era la puerta - se excuso y de empujones lo tiro al cuarto del baño y cerró la puerta.
Camino hacia el cuarto que le entregaron y comenzó a ordenar, su mente estaba hecha un caos, no entendía por qué no quería denunciar a Roy, tampoco a sus abusadores, algo andaba muy mal con el, se acostó en la cama y se estiró.
Roy salió de la ducha, al poco rato fue Alphonse quien entro y el azabache camino al cuarto de Edward, abrió la puerta
- ¿Ya pensaste en algo? - pregunto, Edward se molestó y se levantó
- Dije que no - tenía un rostro enojado y algo que llamo la atención del azabache fue que por unos segundos los ojos de Edward habían tomado un brillo rojo
- Cálmate
- No lo hagas - la mirada de Edward era fija y penetrante, Roy no supo pero sintió como si Edward lo controlaba
- E-esta b-bien - lucho por no decirlo pero no dió resultados, se sintió obligado a decir esas palabras, el rubio se relajo y fecidio ir a tomar una ducha después de Al, el azabache no entendía nada.
Al final nadie logro convencer a Edward de que fuese aún hospital, así que los tres se despidieron de Riza y se fueron cerca de las 4:00 pm. El camino fue bastante silencioso, nadie quería hablar, los chicos llegaron a su hotel y se despidieron de Roy el cual continúo su camino hacia su casa. Apenas los rubio entraron en el hotel notaron algo, Edward miro de forma desapercibida mientras que Alphonse hizo lo contrario y miro a la gente del hotel, todos se quedaron mirando a su hermano de una forma extraña.
Llegaron a su cuarto y Edward cerró la puerta con llave, tenía un mal presentimiento
- Empaca tus cosas Al - menciono mientras corría a empezar las de él, Alphonse le hizo caso y comenzó a empezar, mientras Edward acomodaba lo suyo un dolor golpeó su estómago y sus caderas pero no le dió importancia y continuo empacando, salieron por la puerta y fueron a recepción a hacer los trámites que debían, luego de ello salieron del hotel y empezaron a buscar un nuevo lugar.
- Vamos con Roy - recomendó el hermano menor
- No - menciono Edward recordando lo que había hecho esa mañana con él, el menor no dijo nada y luego de un rato encontraron un departamento, decidieron rentarlo, desempacaron y se acostaron a descansar.
Esa tarde Roy intento denunciarse por haber abusado de Edward Elric, pero no podía, no porque no quisiera, algo lo impida una fuerza mayor, no sabía que estaba pasando, se sentía totalmente a traodo y ya no podía decirle a nadie de lo que sucedió, se sentía mal, se sentía miserable, abrió su estante y se preparó whisky, se sentó a beber mientras pensaba.
Luego de casi 5 días de los hechos todos volvieron a reparecer en la milicia, Roy se sentó en su escritorio pero noto algo extraño, cuando Edward entro todos se quedaron en silencio, el rubio miro extrañado y posó sus ojos en los de Roy, soltó un suspiro
- ¿Tengo algo en la cara? - hablo molesto, los demás se dieron la vuelta y continuaron con su trabajo.
- Edward ven, quiero hablar contigo - llamo el coronel, el mencionado camino pasando al lado de Havock el cual llegó a sus fosas nasales un fuerte aroma, tan dulce, tan delicado, tan adictivo, giró su rostro mirando a su compañero pensando en que sería un perfume, aún que el chico no usaba permfuemes, el olor se intensificó y quería más, ante tal pensamiento se levantó y camino hacia la puerta saliendo del cuarto.
El rubio llegó hacia Roy y se acercó
- ¿Has notado algo raro?
- Si, es como si todos....estuviesen...- no quería decirlo, recordaba lo sucedido hace 5 días atrás, su cabeza empezó a doler - como si me estuviesen devorando - eso era lo que sentía, Roy se quedó mirando lo, también lo había notado, solto un suspiro
- Te daré algunos días libres, los necesitas - hablo, Edward acepto, el azabache se los había dado pensado en que era lo mejor, ninguno de los dos esperaba que el verdadero infierno solo estaba empezando.