Cuéntame de ti.

1 0 0
                                    


Bajaron del auto y Sam acompaño a Norman hasta la puerta, donde tocó el timbre. No tuvieron que esperar ni cinco minutos para que la puerta fuera abierta por una mujer de pelo largo y castaño claro.

—¿Quien e.... Príncipe? Dios mío —Dijo la mujer impactada—, ¿Qué hace el príncipe por aquí?

—Traje a su ¿Hijo? Hasta su casa por qué... —Ni siquiera pudo explicar cuando la señora lo interrumpió.

—¿Norman, en qué problemas te metiste ahora? —Hablo con más hostilidad, levantando el tono de su voz.

El príncipe quedó confundido e impactado, Sam volteo a ver a Norman quien solo estaba con una expresión seria mirando a su madre.

—Su hijo no se metió en ningún problema, señora.

—Disculpe a mi hijo, príncipe. Tuvo un accidente y desde ahí ha estado algo... Conflictivo.

—No creo que me esté escuchando —Sam frunció el ceño, ¿Conflictivo, Norman? ¿Cuando ella lo estaba interrumpiendo?

—Está bien, Sam —Lo miro, Sam lo miro de vuelta, su ceño se suavizó.

—¡Norman! Esas no son formas de hablarle al príncipe, sube a tu habitación de inmediato —Y lo volvió a fruncir.

—Nos vemos otro día.

—Descanse.

Norman entró a su casa, dejando a un príncipe confundido con una mujer extraña. No sabía qué pensar sobre ella y sobre cómo trataba a Norman... No era muy distinto a como lo trataban a él, pero algo lo ponía incómodo.

Sin más, volvió hacia el auto para volver al castillo.

—Todo iba tan bien...

—Tranquilo, estoy seguro que no hará drama por eso.

—¡No lo entiendes! Es que... Tengo miedo.

—¿Miedo de que? Dijiste que todo había salido bien, solo hubo un pequeño traspié.

—No conozco mucho a Norman y cuando fui a su casa, era muy lujosa, conocí a su madre, pero lo trataba muy mal, como un criminal.

—Recién lo conoces, Sam. No vas a saber todo de él tan rápido.

Sam asintió, tal vez si estaba exagerando. Aun así estaba preocupado por Norman, pero solo era cosa del tiempo, debía relajarse y dejar que todo fluyera, pero ¿Cómo hacerlo? Tenía tantas preguntas que necesitaban ser respondidas, lo ponía ansioso. Iba a llamarlo más tarde.

...

—Mamá, tú sabes el número de Norman ¿Verdad?

—Sí, ¿Quieres llamarlo?

—Por favor.

Con el teléfono en la mano esperaba a que contestará.

Otra vez escuchó esa voz, era la madre.

—¿Aló?

—Hola señora... Habla el príncipe, Sam. Me preguntaba si podía hablar con Norman.

—Oh príncipe, claro, está en su habitación ya se lo pasó.

—Gracias.

Era raro, normalmente las familias reales no hablaban por teléfono con gente... ¿Común? Pero eso no importaba mucho. De todas formas era su futuro esposo.

—Sam.

—Norman —Dijo contento.

—Hola...

—¿Cómo se siente? lo escucho ronco.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El ojo celeste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora