~The proxys~

~......CAPITULO UNO......~

Roger o Reborn como era conocido en el orfanato por todos, vivia diariamente como el lo llama vivir en el aburrimiento aunque solo era por momentos.

Llevaba ya 17 años en aquel lugar, un orfanato en las afueras de la ciudad, alegado de la gente que viera más ingusticias, gritos e insultos algunas veces llegaban a golpes.

Aún recuerda la vez que a un niño le rompieron la nariz solo por no barrer bien el pasillo. Cuando recuerda aquel momento le causa cierta gracia y un escalofrío lo recorre. Se supone que es un orfanato, un lugar donde niños que nacieron sin hogar puedan tener uno de verdad aunque esto se parecía más a una cárcel o a barrios bajos de una gran ciudad.

Algunos niños lograban salir de aquel infierno más que nada niños de apenas unos meses hasta de dos o tres años pero los que a nadie les intereso adoptar pasan toda su vida allí hasta que cumplen 18 y los sacan como perros a la calle.

Solo le faltaba un año para que terminara en la calle, el se podía cuidar solo eso no le preocupa mucho pero lo que le preocupa eran otros.

--Oye reb!! Reborn!! Puedes arreglar a rito??--un pequeño niño entro a la habitación con un peluche de perro.

Reborn estaba recostado en su cama disfrutando un poco de la tranquilidad de la hora del receso. Al escuchar al niño se reacomodo y presto atencion a su petición.

--puedes arreglarlo??-- el niño le mostró el peluche, se habia descosido en un costado del estómago.

El pequeño se veía que no era muy grande ni muy chico, tal vez de 4 o 5 años. Lo miraba con una tristeza por su juguete favorito roto.

--vere que puedo hacer, no te preocupes--tomo el peluche y le sonrió un poco al niño quien feliz asintió y se fue.

Una vez que se fue se levantó, sentía que le faltaba un poco de aire.
Puede que no le gustaba estar allí pero aún así era a vivido tranquilo de alguna o otra manera.
Mientras camina por el pasillo que llevaba al patio veía a los niños jugar por allí, ellos eran felices así sin más, siempre encontraban una manera de divertirse.

El era un chico no muy alto, tenía el pelo negro y algo desareglado. Su forma de vestir era normal a según el, era tranquilo pero también le gusta divertirse jugando algunos videojuegos que compraba, disfrutaba de la tranquilidad pero también de jugar con algunos niños que cuidaba de vez en cuando.

--Reborn dónde te habías metido?? Ya sabes que--una mujer tal vez de 40 años lo detuvo en el pasillo, era una de las encargadas conocida como la señora cloud.

--al ser uno de los mayores debo ayudar ya que con algo debo de pagar el techo y la comida que me dan... Ya se ya se, siempre me lo repite la señora buenavista--dijo de mala gana, más de una vez la directora del orfanato le dijo aquello.

Era algo curioso, la directora de la institución se llamaba buenavista pero no tenía para nada una buena vista usaba unos lentes conocidos como "lentes de botella" al tener mucho aumento además tampoco tenías una buena vista de ella. Si de anciana es horrible en apariencia y en humor, de joven era todo un espanto.

--ya sabes cómo es ella Reborn, pero te equivocas lo que quería decir era, ya sabes que debes de comer ya van varios días que no vienes a la hora de comer--la mujer le revolvió el pelo del chico para demostrarle algo de cariño.

Esa mujer le tenía mucho aprecio, de cierta forma lo veía como un hijo.

--prefiero no ir no me gusta ser juzgado por la mirada de la señora Buenavista se siente como si te matará desde adentro además si no voy habrá más comida para todos ellos--miro por la ventana a todos los niños que jugaban el el patio.