¡Ｎｏ ｍｅ ｑｕｉｔｅｓ ｌａｓ ｇａｆａｓ！ 《Tokyo revengers x lectora》

Capítulo 5. Las bellas flores pueden nacer en malas circunstancias.

Baji suavizó la mirada al ver a la muchacha de las gafas. ─── ¡Senpai! Pude pasar el examen. ─── Lo había dicho con tanta alegría que (T/N) se sentía como una madre que había visto a su hijo montar solo por primera vez en bicicleta, su corazón latía con orgullo.

─── Felicidades baji-... Eh. ─── no pudo terminar la frase por que el chico bajo se le quedó mirando, sus ojos eran profundos y oscuros, como un gato mirando su objetivo. ─── uh, hola, eh, soy (t/a) (t/n). ─── Era incómodo que se te quedaran mirando, como las primeras veces que Ran de le quedaba mirando cuando cambió de asiento.

─── ¡Mikey! Estas asustando a mi maestra. ─── habla enfadado, sus brazo se cruzan y casi se pone a gruñir. ─── deberias ser más educado. ─── Parecía un niño tratando de competir con otro.

─── habló el burro de orejas. ─── El denominado Mikey niega con la cabeza.─── entonces... ¿Tu eres la milagrosa maestra? ─── Ella estaba comenzando a tener un mal presentimiento con la sonrisita que estaba haciendo el Rubio. ─── ya sé, puedes ser nuestra maestra, ¡Kenchin siempre me regaña por mis notas! ─── ¿¡esta gente conoce el consentimiento!?se preguntó, suponía que tampoco sería malo, tal vez era una buena persona... Eso esperaba.

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Estaba regresando a casa, se sentía cansada después de tratar con ellos, al menos comentaron de pagarle por clases particulares, eso era algo bueno, muy bueno.

El día tampoco marchaba tan mal, hasta que sintió una mano en el hombro y como la arrastraban a un callejón, ¿¡ahora qué!?

─── tú... ─── Una chica alta, musculada, con un tapa boscas, falda larga, vendas en la zona del pecho... Oh no, otro matón, ¿acaso era un imán de matones? ─── ¿no serás uno de los suyos?

Ella apretó los ojos hasta que escuchó unos quejidos. Observa los costados de la chica heridos y con moretones. Lo grande que tenía de ser cobarde lo tenía también de buena persona. ─── ven, te llevaré a mi casa... ───

─── ¡no! Seguro que es una táctica de los tuyos, además no soy tan de- ¡ay! ¿Qué haces? ─── (t/n), cansada, toca las heridas de la contraria, cree que juntarse con gente como los hermanos le está volviendo más dura, por lo que le da una mirada con la ceja alzada, cuestionandola. ─── v-vale, tú ganas. ───

Llegan a la casa de la chica de las gafas, cura a la matona, esta le mira con desconfianza. ─── y para empezar, no soy nada de ninguna banda... ─── limpia las heridas, recordando cuando Rindou apareció con una herida de navaja, el mundo de matones era peligroso.

─── Pero... Hay rumores que eres... Bueno... La novia de Ran- ay... Veo que no. ─── dijo al notar la mirada de horror que tenía la otra, eso era imposible.

─── ellos son los seres más molestos que he conocido en mi vida, se me pegan porque aman molestarme. ─── se queja notando que la de la mascarilla le brillan los ojos.

─── ¿a ti también te parecen molestos? ─── se levanta del sillón.

─── si... ─── la mira como si hubiera encontrado a su alma gemela.

─── soy como tú, tú igual a mi. ─── cantan ambas tomadas de las manos.

Termina de curar a la muchacha, tirando todos los materiales que había utilizado para esta tarea, llenos de productos y sangre.

─── Y dime, ¿Cómo pasó eso? ─── Señala la herida, viendo como esta se echa para atrás en su sofá. Se quejaría si no fuera que era su nueva mejor amiga, no como los dichosos hermanos que se tomaban todo tipo de libertades.

─── Una pelea intensa... -- sin duda era algo peligroso, pero le sorprendía como podía ser tan fuerte, aunque era algo cuestionable... La admiraba un poco.

-- Supongo que... Las bellas flores pueden nacer en malas circunstancias. -- Susurra mientras observa a la matona de manera... Especial, su nueva amiga ahora tiene las orejas rojas.

-- ¿eh?

-- ah...

¿Acababa de ser coqueta... Con las gafas puestas?

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(T/N) miraba la mesa media perdida, incluso no notaba como Ran trataba de llamar su atención. Lo logra cuando toma su mejilla.

-- Llevo llamándote durante un buen rato, ¿Por qué la ratita me está ignorando? -- La chica se encoge ante el tono amenazante, ignorar a alguien así... ¿acaso se estaba volviendo loca?

...

-- Si... Me estoy volviendo loca. -- Ran entre cierra los ojos, su mano empuja su mejilla, estaba pensando en mochis, dulces, suaves... Y moldeables.

-- No pienses tanto mochi... -- Ella le dedica una mirada intensa, casi hace que el trencitas se ríe, pero su sonrisa se borró cuando ella volvió a sus pensamientos.

Eso no es divertido, odia que no le preste atención, algo dentro de él se sintió mal haciendo que sus pire de frustración y ponga en alerta a sus compañeros y profesores.

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Los dos hermanos se encontraban mirando a la muchacha de gafas, estaba jugando con sus palillos sin prestarle mucha atención a que su comida ya había sido devorada.

— La rarita está más rarita. — Murmura Ran a Rindou, este asiente, ¿cómo podía alguien como ella ignorarlos? ¿Esto era alguna clase de venganza? Vaya, ahora se siente más enojado.

Pero antes de que hablara, ella por fin dijo algunas palabras un tanto impactantes pero inquietantes.

— Creo que el efecto de las gafas... Se está perdiendo... — Ya se habían acostumbrado a la extraña magia inexplicable relacionado con las gafas. — Esto... Es algo aterrador. — Se sentía extraña revelando algo tan profundo de su corazón y más a ellos pero ahora mismo su mente se perdía en pensamientos asfixiantes que no podía controlar.

Aunque todo ese ruido mental se detuvo cuando sintió las manos de los hermanos en sus hombros, cada uno según su lado. Tal vez sea un pequeño momento de consideración pero se sintió bien, no pudo evitar sonreír ampliamente, no hicieron falta palabra para mostrar su agradecimiento.

Al ver esto, los hermanos no pudieron evitar sentir algo agradablemente molesto en sus corazones.

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(T/N) suspira profundamente mientras vuelve a casa, hoy sólo tenía el acompañamiento de las estrellas. Era un ambiente inquiete aunque pacífico. Hoy pasaba por el sendero de un parque, su mente estaba entre agotada y confundida.

Aunque todo se terminó cuando escuchó un sonido provenir de detrás de ella, eso hizo que sus pasos se aceleraran, ¡Rayos, donde estaban los dichosos hermanos cuando los necesitas!

Los pasos y el sonido de la respiración fuerte del perseguidor se hacía cada vez más cercano, hasta que casi la atrapa. Y entonces, se escuchó un fuerte golpe.

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Han ocurrido muchas cosas, pero hoy estaba leyendo la primera parte del capítulo que había escrito hace mucho tiempo y extrañamente me gustó por lo que quise terminarlo.

Soy consciente de que no está muy haya pero fue divertido escribirlo.

Muchas gracias por los comentarios y ser respetuosos con lo que hago.

Con amor, Eli.

Pd: perdón por las faltas de ortografía y gramaticales.

Pd2: No estaba muerta estaba de parranda.