CAP 21 - Complicated

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Dime, ¿Por qué ir a complicar las cosas? 

Veo la forma en que estas actuando, como si fueras otra persona

Eso me tiene frustrada, y la vida es así

Te caes, te arrastras y te arrastras y tomas lo que consigues y lo conviertes en honestidad

Prométeme que nunca te encontrare fingiendo

***

3 de agosto de 2005

____ decidido visitar a su fiel amigo y ex capitán del tercer escuadrón, Haruki. Se levantó al alba, tomó una ducha tibia para después vestirse con una camisa blanca y pantalones formales, su vestimenta más casual por así decirlo, tomó una taza de café mientras preparaba diferentes bentos con comida que solía consumir con frecuencia aquel chico.

En su rostro se podía ver fácilmente las grandes y oscuras ojeras bajo sus claros ojos, algo difícil de ocultar para alguien con piel pálida. No había podido conciliar el sueño desde que arrestaron a Pachin, y aunque los chicos habían arreglado sus diferencias, no podía evitar tener ese presentimiento de que algo malo sucedería, ese terrible sentimiento que le hacía sentir nauseas las cuales le recordaban a sus viejos tiempos cuando tenía que llegar con una mala noticia a casa, esos castigos tan extremos que la dejaron marcada.

El sonido del timbre la sacó de sus pensamientos, al abrir la puerta se encontró con Draken quien la llevaría hasta la correccional de menores. Nadie de la pandilla quería que su chica sufriera otro atentado como el de la montaña, por lo que se turnaban para acompañarla cada que ella quisiera salir, incluso si eso implicaba salir en plena madrugada.

- Hey — saludó — ¿Estas lista? — preguntó mientras entraba agachando un poco su cabeza para no golpearse con el marco de la puerta.

- Claro, solo déjame ir por mi abrigo.

La azabache se encaminó a su habitación mientras que el rubio inspeccionaba el lugar, caminó hacia la cocina encontrándose con ollas y platos sucios, sonrió al ver que en cada cajón de comida del bento, tenía decoraciones como ositos o patitos. Siguió inspeccionando hasta notar en la isla de la cocina dos frascos naranjas, uno más vacío que el otro, parecían haber sido usados recientemente, con curiosidad se acercó tomándolos con cuidado.

- ¿Benadryl?

- ¿Tan temprano y ya estas de chismoso en mi cocina? — la voz de la azabache lo asustó, antes de que pudiera dar una excusa lo suficientemente buena, _____ le arrebató los frascos sin darle tiempo a ver cuál era el otro medicamento — lleva la comida primero, cerraré el departamento.

- Claro...

Después de haberlo escuchado salir del departamento, pudo respirar normalmente, aquella escena definitivamente le había recordado a su madre el día que descubrió sus pastillas. Con las manos temblorosas guardó sus pastillas en donde correspondían.

Después de preparar bien todo, se encaminaron a su destino en un silencio incómodo, incluso demasiado para la de ojos avellana, así que soltando un fuerte suspiro decidió hablar.

- Eran somníferos.

- ¿Heh?

- Las pastillas que encontraste, eran pastillas que me ayudan a dormir.

- Así que... ¿Problemas en el paraíso? — la azabache golpeó levemente el hombro del rubio mientras este reía.

- Idiota — murmuró.

SILENT SCREAM [TR x lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora