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Cuanto lo siento.—dice Haerin avergonzada.
—No tienes porque lamentarte, son cosas que pasan.—le comenta Eunchae.—Pero si alguna vez lo quieres intentar, aquí estoy.—Haerin la observa confundida.—Actúe un poco inmadura aquella vez.
—Eunchae, no es necesar...
—Haerin...—interrumpe ella y la observa fijamente a los ojos.—yo te puedo ayudar a superar ese miedo.
Haerin desvía su mirada de Eunchae y se topa con la de Kazuha, quien está parada junto al balón, escuchando la conversación.
—No me mires a mí, no soy la persona indicada para dar consejos.—dice la alta.
—¡Eunchae!—Haerin vuelve su mirada hacia ella.—Solo vine a clarificar un asunto del pasado contigo...—comienza a decirle.—y en realidad...—traga—agradezco mucho que me quieras ayudar...—pausa—pero...
—¿Pero?—Eunchae comienza a dudar de las palabras de Haerin.
—Hay alguien más.—aclara Haerin.
—¡Ay! Eso me dolió hasta mí.—dice Kazuha y Eunchae frunce el ceño molesta.—Bueno, las dejo a solas.—Kazuha se aleja de ambas.
Eunchae observa hacia el auto aparcado frente a la cancha. La puerta del auto se abre de repente y Danielle se asoma.
