Siete

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—Muy bien...— murmuró Jimin cerrando unos de sus ojos mientras se movía de posición para captar diferentes ángulos— me gusta.

La sonrisa de Jimin no se hizo esperar al ver a Minjeong en la posición correcta; sus brazos a un costado de su cabeza llena de pensamientos acerca de la chica que tenía enfrente, su mirada brillosa gacha, la tela cubría su cuerpo, rozándolo al igual que los dedos de Jimin.

Jimin aún se quedaba estática al ver la belleza de Minjeong; era arte.
Sus orbes observaban con atención los movimientos de la menor.

Los trazos eran sumamente delicados, hechos a medida con mucha finura.

Jimin sonrió al ver una parte del resultado; estaba perfecto al igual que su musa.

Nuevamente guió sus orbes hasta Minjeong, la cuál estaba en una posición bastante comprometedora, Jimin sonrió ladinamente, Minjeong era simplemente perfecta, una obra de arte por si misma sin necesidad de encuadres

—Eres arte...—murmuró por lo bajo.

Si Minjeong se viera con los mismos ojos de Jimin, sería completamente diferente.

Jimin la miraba como si fuera la mejor obra de arte de todo París, como si fuera la delicia más exclusiva de toda Corea, como si fuera la diosa más preciosa de todo el Olimpo.

Si tan solo supiera todo lo que sentía.

Paint Me | WinRina ⌇ෆDonde viven las historias. Descúbrelo ahora